Capítulo 9 - Enamorándome Rápido

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Juliana Prov:

Después de ese pequeño altercado con Cami han pasado un par de semanas, ya va más de un mes y medio que la conocí, no puedo creer lo rápido que me hizo sentir y lo rápida que fue al derribar todos mis muros, en cuanto al trabajo, logré acomodar todo de tal manera que me queda tiempo para aceptar más salidas con Cami, para mi suerte Natalia sigue con un humor de perros, así que cada vez que no puedo aceptar alguna salida la utilizo como excusa. Solo tengo un pequeño problema, siento que los sentimientos por Cami han florecido tan rápidos que no sé si estoy apresurando mucho las cosas o voy siguiendo un buen ritmo, no me molestaría tomar a Camila y decirle que sea mi novia ¿Pero si la espanto? ¿Si me dice que no? ¿Si ella no quiere lo mismo que yo? Ay Dios, no me puedo seguir torturando con esto, además tengo que ir a despertar a la idiota de Natalia para irnos a la universidad.

-BUEEEENOS DÍAS BELLA...- no puedo seguir hablando, su cama está tendida y no hay rastros de mi amiga en la habitación, así que no me queda otra que bajar y hacer desayuno, quiero llegar antes para estar un rato con Cami antes de las clases.

Como voy sola utilizo una de las motocicletas que no uso en el trabajo, llego casi 40 minutos antes, justo veo a Cami bajándose del auto, lo que me sorprende es que Olgui viene con ella, si nosotras entramos a clases casi una hora después, Makis también viene, pero con una cara de perro de tres metros, apenas se baja se va directo a la universidad, por mi lado veo pasar una larga cabellera que deja un retazo de humo con esencia de menta, es Natalia, quién le da un choque a Makis, apaga si cigarrillo y sigue de largo.

-¿Qué demonios les pasa?- me pregunta Cami, estoy apoyada en la motocicleta mirándola fijamente, no sé cómo hace para que hasta las ojeras le queden lindas.

- No lo sé, hola - le digo sonriendo como una tonta, creo que esa sonrisa la tengo pegada en la cara desde que la conocí, la tomo de la cintura y la estrecho contra mi cuerpo.

- Hola - me dice ella devolviéndome el abrazo, lentamente nos separamos un poco y mis labios buscan los suyos para darle un corto beso.

- Hola - dice Olgui con los ojos más cerrados que abierto - ¿Qué haces aquí tan temprano? - Yo solo levanto una ceja mirando a Cami.

- Perdónala, creo que aún no despierta - me dice Cami - las tuve que sacar temprano de la cama porque explotaron los amortiguadores del otro coche, no sé cómo lo hicieron.

- Idiotas - le respondo riéndome.

- Bueno, me tengo que ir a clases, nos vemos después - dice Cami dándole un beso en la mejilla a Olgui y un corto pero tierno beso en los labios para mí, antes de que se vaya logro tomarle la mano.

-¿Quieres salir conmigo después de la universidad? - le pregunto, ya no puedo aguantarlo más, si me sigo callando todo lo que ella provoca en mí me va a explotar la cabeza.

- Claro - saca las llaves de su bolso y se las entrega a Olgui - Tú te llevas al Minion morado de vuelta a casa - sin más se va, dejándome embobada en su caminar, me perdí su sinuoso caminar.

- ¿Te compro un babero? - escucho decir a Olgui, la miro de mala gana - Deberían ser novias, digo, se nota a leguas que lo de ustedes pinta para serio.

-¿Crees que si le pido ser mi novia me diga que si? - le pregunto mirando al frente, estoy buscando una reafirmación de que lo que acabo de hacer está bien.

- Dímelo tú - me responde con simpleza, siento un vómito verbal aproximarse.

- No lo sé Olgui, a veces siento que las cosas van muy rápido, pero nada de lo que he vivido con Cami se siente como si estuviera mal o fuera de lugar, con ella siento que todas las cosas encajan, que lo malo se va, que de alguna forma se me está retribuyendo todo con su sola aparición, pero juro que tengo un miedo atroz que ella si piense que las cosas van muy rápido, espantarla y perderla, siento miedo de que si le abro mi corazón ella me diga que no, que no siente lo mismo o que no espera lo mismo que yo, pero no lo sé, todo se me hace tan confuso - le digo escondiendo la cara entre mis manos, siento que ella toca mi hombro.

- Juli, ella sueña contigo, es algo que jamás le había pasado, porque no dormía, tenía insomnio y las veces que dormía tenía pesadillas ¿Eso que te dice? - las palabras de Olgui me aceleran completamente el corazón, pero como soy bien pendeja arruino el momento con uno de mis dichos.

- Tenemos dos opciones, la primera es que soy una pesadilla, la segunda es quizás que siente lo mismo que yo - le digo, la escucho reírse.

- Idiota, por favor no la cagues, ya tengo a un Minion morado en casa, no quiero dos - me dice riéndose con más fuerzas.

- No la pienso cagar, no con Camila, me estoy enamorando rápido, si llego a romperle el corazón de paso también me lo rompo yo - le digo con una sonrisa.

- Pues todas estas cosas debería saberlas ella, no yo, no sé porque se demoran tanto en aceptar que se quieren y solo por eso, porque les da miedo aceptar que el amor llegó a su vida y ya no lo pueden sacar - me dice ella con una sonrisa.

- Tienes razón y al demonio las clases - le digo y me pongo de pie, caminando decidida en dirección a la persona que quiero, la escucho gritar a mis espaldas.

- Ve por ella y yo me tiró a dormir en el asiento trasero del coche - antes de que me falle el valor estoy parada frente al salón de Cami, implorando porque ella me preste atención, cuando sus ojos se fijan en mi le hago señas para que salga, al parecer lo entiende porque la veo hablar con el profesor y ponerse de pie, espero que salga y sin decirle nada empiezo a caminar, buscando algún salón vacío, unos cuantos metros más allá lo encuentro, abro la puerta y le hago señas para que entre.

-¿Se puede saber qué es tan urgente que no pueda esperar al receso? - me pregunta ella con cara de preocupación, cierro la puerta y voy a pasó decidido hasta estar frente a ella - ¿Te pasó algo? - sin dudarlo tomo su rostro entre mis manos y la beso de manera intensa, pero dulce, nuestros labios tienen su propio ritmo, su propia vida, se mueven sobre el otro sin poder detenerse, tienen un acople perfecto, cuando nuestras lenguas deciden unirse a este singular baile se pelean, pero también se conocen a la perfección, saben dónde irá la otra, donde encontrarse, nos tenemos que separar porque el aire escasea y la respiración se volvió pesada.

- Me estoy enamorando rápido Camila Esguerra, tan rápido que me asusta - le digo, resumiendo todo mi mundo en esa corta frase, dejando mi corazón totalmente expuesto, solo falta ver si ella lo toma o lo destruye.

Besos en Guerra - (Ventino) [Jumila]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora