Capítulo 4 - Rivalidad laboral

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Camila Prov:
Hoy es sábado y llevaría a Juliana a un restaurant de sushi exquisito que encontré en uno de mis paseos por la ciudad, además de que es un lugar muy especial, tiene una pequeña galería de arte que puedes visitar durante toda la noche, tiene una ambientación con luces de colores que da la sensación de que estas en otro mundo, es el lugar perfecto para nuestra primera cita, quiero hacer las cosas bien, no quiero que piense que es una conquista, claro quizás eso es un poco difícil cuando casi la termino desvistiendo en un escritorio de la universidad el día de ayer, así que de ahora en adelante controlaré un poco más los impulsos casi animales que me provoca esa mujer.

Lamentablemente no todo en mi vida es miel sobre hojuelas, hoy tengo trabajo y mi jefe exigió que encontramos el objetivo de las panteras y lo terminamos antes de que ellas pudieran cobrarse el trabajo, es su manera de joder al jefe de esa empresa, para mí mejor, así le enseño a esa famosa pantera negra que La Leona es mucho mejor que ella, ya estoy terminando de arreglar todo, saldremos a las 8 de la casa porque a las 9 tengo que estar lista para ir a buscar a Juli, pensar en ella siempre me hace sonreír, alguien toca la puerta y pasa, es Makis, viene con cara de preocupada.

-¿Qué te pasa bonita? - le digo haciéndole un lado en mi cama para que se sentara, ella ve mi desorden y resopla - Perdón, pero es que juro que no puedo ser más ordenada.

- No importa, tengo un mal presentimiento sobre el día de hoy - me dice sentándose finalmente, antes de que le pueda contestar entre Olgui.

- Tenemos que irnos - dice con el ceño fruncido.

- ¿Por qué? - le pregunto yo con calma.

- Porque el objetivo se enteró que iban tras de él, tiene planes de salir de la cuidad, si no lo atrapamos y matamos ahora, no lo volveremos a ver - dice volviendo a salir, Makis se pone de pie y vuelve a resoplar.

- Te dije que tenía un mal presentimiento sobre esto - vuelve a decir, yo termino por tomar el casco oscuro que sirve para ocultar mi identidad y salgo corriendo tomándola de la mano para que apure el paso.

- Mal presentimiento o no este es nuestro trabajo y lo elegimos Makis, elegimos este estilo de vida, tenemos que hacerlo - cuando estamos todas reunidas en el garaje apunto de salir las miro y les digo - No dejaremos que las panteras nos ganen esta vez, recuerden la pantera negra es mía, la nebulosa es toda de ustedes para que puedan hacerla trizas si es necesario - tomamos unas motocicletas y nos vamos como si el alma nos llevara el diablo, no se va a escapar mi objetivo.

Juliana Prov:

- Con un demonio, no puedo creer que el cabron supiera que lo íbamos a matar, de seguro fue un descuido de esas idiotas - le digo a Natalia, ambas vamos en motocicletas separadas, vamos hablando por una red privada.

- No importa de quién fue la culpa, hay que alcanzarlo sea como sea - me responde ella, también está enojada, pero sabe controlarse bastante, en cambio yo, voy ardiendo en furia.

- Es que son unas ineptas que lo único que hacen es complicar un trabajo tan sencillo, ahora tenemos que encontrar a este pedazo de burro y matarlo - digo más para mí que para ella.

- ¡Bingo! - ahí está el auto, justo al frente, vamos Pantera Negra, hora de trabajar - en ese instante aparecen 3 motocicletas más, unas que conocemos muy bien - Pantera negra, a tu izquierda, llegaron las arpías, hora de ensuciarse las manos.

- No, no tengo tiempo para jugar, a por él, hay que dejarlas atrás, hazle honor a tu nombre de Pantera Nebulosa y alcanzarlo, yo las voy a detener mientras pueda.

- Vamos por es cita con éxito, cuídate por favor, te quiero viva - me dice y sale disparada, es que esta mujer nadie la para, hoy no tengo tiempo para juegos,  pongo mi misma motocicleta de barrera y saco una pequeña pistola que siempre llevo en el botin, sin pensarlo le disparo a una de las chiquitas, no sé si es La Leona o la Guepardo, a esa velocidad ambas se ven igual, le doy de lleno, creo que en el pecho o en el brazo, con el impacto de la bala, la chica se desestabiliza de la motocicleta y cae estrepitosamente, al ver esto sus compañeras se detienen su avance, yo sin esperar nada intento ubicar a mi compañera, quien ya tiene el trabajo realizado, está de pie frente al cuerpo inerte de nuestro objetivo, cuando escucha mi motocicleta levanta la mirada.

-¿Cómo fue que las despistaste tan rápido? - me pregunta por nuestro medio de comunicación.

- Lo más simple, le disparé a una, pueden ser unas asesinas despiadadas, al igual que nosotras, pero hay algo más que las une, no iban a seguirnos - miro el reguero de cadáveres y armas que había a mis pies - ¿Ya terminaste el trabajo? ¿Tan rápido?

-No por nada soy la Pantera Nebulosa, soy más rápida de lo que crees - su voz denota orgullo, yo también estoy muy orgullosa de mi china, ella es toda una profesional - Espera dejo la tarjeta de presentación y nos vamos.

- Ándale, que tengo cosas que hacer - le digo viendo como le mete la tarjeta de Las Panteras en el bolsillo de nuestro objetivo, sin más nos montamos a nuestras motos y nos vamos como si el alma nos llevara el diablo, en todo el trayecto, ni rastros del escuadrón de La Leona, pensé que vendrían a buscar venganza, pero ya qué, mejor para mí. 

Apenas llegamos a nuestra casa empiezo a arreglarme, tengo que estar lista para la cita con Cami, por suerte tengo el tiempo suficiente para poder hacerlo con calma, solo espero que no se arrepienta, si no llegara a venir de verdad me rompería el corazón.

Camila Prov:

Estamos llegando a la casa, una de las panteras le dio un balazo en el hombro a Makis, por suerte fue un disparo limpio, no le rompió ningún hueso, tuvo una salida limpia, pero eso no quita que le esté saliendo sangre profusamente y que el impacto al caerse de la motocicleta la dejó bastante maltrecha, con Olgui la llevamos a rastras dentro de la casa, la dejamos acostada en la cama y empezamos a llamar al doctor que nos ha ayudado durante muchos años.

- Octavio llega en 20 minutos - me dice Olgui entrando a la habitación donde estoy con Makis.

-Tranquila bebé, aquí me quedaré hasta que llegue el doctor - le digo acariciándole el pelo, me siento culpable, después de todo me siento responsable por ellas, siempre ha sido  así.

- No - me dice Makis con los ojos a medio abrir, se ve cansada, pero es testaruda e insiste en hablar - Tú tienes una cita y debes ir, esa persona te encanta, no puedes quedarte acá, anda con ella.

- ¿Cómo se te ocurre que me voy a ir a una cita si estás herida? - le digo sorprendida por su idiota petición - Ni hablar, me quedo acá.

- Camila Esguerra Escobar no me hagas ponerme brava y anda a arreglarte para tu cita - me dice Makis, jadea por el dolor - Yo estoy bien, Olgui me va a cuidar.

-Pero...- no alcanzo a terminar porque Makis me vuelve a interrumpir.

- Sal de acá Camila Esguerra, ya me estoy poniendo brava por tu culpa - me dice ella, tengo el corazón dividido, no sé si ir con la mujer de mis sueños o quedarme con una de mis mejores amigas ¿Qué demonios hago?

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Capítulo del día jueves junto con la canción de el hombre más sexy del mundo 😍

Besos en Guerra - (Ventino) [Jumila]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora