Juliana Prov:
- ¡NATAAAAAAAAAAAAAAAAALIA! -grito a todo lo que dan mis pulmones dan, podría ir y decirle lo que le tengo que decir a su habitación, pero para eso tengo que subir escaleras y la verdad es que me da flojera.
- ¡VOOOOOOOOOOOOY! - me grita desde arriba, creo que es mal negocio esto de vivir dos perezosas juntas, la verdad es que vamos por los gritos solo por no movernos.
- ¡PERO APURA QUE CADA SEGUNDO QUE PASA ME HAGO MÁS VIEJA! -mientras le grito eso la veo bajar las escaleras, viene con un short y se está poniendo la camisera que suele llevar en casa para días de flojera - ¿Por qué vienes medio desnuda? ¿Acaso está Makis?
-Me duché pedazo de burra, no es necesario que esté Makis para que yo ande desnuda – me dice llegando a mi lado, me da un sonoro beso en la mejilla y se queda parada a mi lado, no nos hemos visto en gran parte del día, pero bueno – ¿Sabes que la gente se ducha de vez en cuando? A ti no te haría mal – no dudo en propinarle un fuerte golpe en la cabeza.
-Yo si me ducho estúpida – le digo viendo cómo me hace un puchero mientras se soba la cabeza – Además yo no soy la que se lava el pelo cada una semana.
-No necesito lavármelo más seguido – me dice haciendo el puchero de manera más prominente, de inmediato pone el sector del golpe frente a mí, es algo que hacemos desde hace mucho tiempo, cada vez que una de las dos se pega sin querer o se golpea muy fuerte deja que la otra le acaricie dicha zona o que la bese, es algo que suelen hacer las mamás, pero solo nos tenemos a nosotras mismas – Mi cariñito.
-Ven acá bebé, perdón, pero te lo merecías – le digo haciéndole suaves caricias en la cabeza para finalizar con un pequeño beso en la zona - ¿Ya pasó?
-Si – me dice sonriendo - ¿Qué me querías decir Juli? ¿Pasó algo con las chicas?
-No, es sobre el trabajo, nos tienen una misión para más tarde, cerca de las 2 de la madrugada debemos estar en la suite presidencial del Hotel W Bogotá, es un empresario corrupto al parecer, a mí no me suena el nombre, pero es un reporte enviado desde la compañía, así que debemos ir, aunque hay algo raro en todo esto – le digo viendo los papeles enviados, de verdad que estoy completamente desconfiada con esto, es primera vez que nos mandan algo tan encima, no nos dan tiempo para averiguar nada de la persona a la que asesinaremos.
-Pero no podemos hacer nada Juli, tenemos que ir, sé que no te gusta ir a ciegas y a mí tampoco, pero si nos negamos ponemos nuestro cuello en peligro, sabes que por contrato tenemos que cumplir con cada encargo que nos manden y no podemos solo negarnos, es raro y es incómodo, pero tenemos que hacerlo – siento sus brazos rodear mi espalda y abrazarme con fuerza – Además recuerda que podemos ir de cabeza al abismo, pero yo voy de cabeza contigo, soy tu mejor amiga.
-Gracias bebé ¿Qué hora es? – le pregunto entregándome a su abrazo, sé que puede que las cosas sean un total desastre y que cualquiera puede ser una amenaza para nuestro estilo de vida, pero es mi mejor amiga y daría lo que fuera por mí.
-Son las 10:45 – me dice con simpleza, solo la suelto de súbito para correrla escaleras arriba.
- ¿Qué te pasa loca? – me pregunta al verse empujada por mi.
-Que tienes que ir a arreglarte y yo también, a las 1 de la madrugada te quiero lista y dispuesta para salir de acá – es lo último que le digo antes de irme a mi habitación, no esperaba que todo lo que construimos se pudiera en peligro por un descuido.
Natalia Prov:
-Pantera negra, apura que no llegamos a tiempo – le digo por medio del interlocutor que tienen incluidos nuestros cascos, están sellados herméticamente por ende ningún sonido sale de ellos, solo percibimos nuestras voces alteradas por un control de sonido, aunque estábamos consientes que solo podíamos escucharnos entre nosotras mismas, pero esta era una medida necesaria para todo esto.
-Ya va, dobla a la izquierda en la siguiente, tendremos acceso a la suite, escalaremos como siempre – me dice, doblamos y nos encontramos de lleno con la parte trasera del hotel.
-Arriba pantera que la acción nos espera – le digo riéndome, solo me dispongo a subir por ese colosal edificio, Juli puede ser la más feroz en todo esto, pero yo soy definitivamente la más rápida y altamente astuta.
-Espera que alcance tu gran trasero por engreída – la escucho decirme desde abajo, la suite presidencial tiene el salón principal apagado, solo se cuela un pequeño haz de luz en la pieza de uno de los dormitorios, así que solo entramos de manera silenciosa a ese cuarto negro, con el máximo de cuidado – No me gusta que esté todo tan tranquilo.
- ¡MIERDA! -escucho gritar a Juli, al darme vuelta la veo colgada por las piernas del techo – Escápate – Solo alcanzo a dar un paso para después ver todo patas arriba, se supone que no debería ver estas cosas.
-Mierda, Pantera Negra, es una maldita trampa – le digo mirando hacia todos lados intentando encontrar a la persona responsable de esto, pero no puedo, las cosas están demasiado oscuras, casi no podemos ver nada, la puerta se abre de manera lenta captando nuestra atención, en esa puerta hay tres figuras que surgen de esa habitación iluminada, tienen los rostros tapados como siempre que las vemos, frente a nosotras están nuestras peores enemigas.
Narrador Omnisciente:
El escuadrón de La Leona estaba satisfecho, por fin estaban cerca de vengar el ataque a las personas que amaban, no podían sentirse más orgullosas, dos de ellas tenían una sed de venganza que no quedarían satisfechas hasta ver a esas dos chicas inertes en el suelo sin sangre corriendo por sus venas, mientras que la tercera chica tenía ansias de justicia, no encontraba justo lo que había pasado con las novias de sus amigas.
Las otras dos chicas veían todo de un ángulo diferente y no solo por el hecho de que estén viendo todo patas para arriba, si no que no entienden este abrupto actuar, siempre habían tenido diferentes encuentros con las otras chicas, muchas veces quizás habían salido lastimadas, pero jamás se habían buscado para enfrentarse directamente, nunca hubo esa necesidad de enfrentarse directamente, sus encuentros habían sido por mera coincidencia, porque les habían asignado las mismas misiones, no se habían inventado misiones falsas para atrapar a las otras, reinaba un profundo silencio entre las 5 personas que están presentes, hasta que la más pequeña de estas decidió hablar, su voz estaba manipulada por un emulador de voz.
-Hora de pagar todas las que han hecho, hijas de puta – dijo ella aproximándose a paso tortuosamente lento, en ese momento la adrenalina estaba al tope, el corazón latía a mil y las emociones estaban a flor de piel, dos de ellas estaban consientes que debían escapar a como diera lugar, el hecho de que se supiera su identidad iba a ser desastroso, mientras que las otras tres estaban completamente excitadas por la posibilidad que tenían para vengarse de esas personas que tanto habían dificultado su vida, las cosas quizás estaban a unos pasos de irse al carajo y desatar el infierno.
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Besos en Guerra - (Ventino) [Jumila]
RomanceCamila Esguerra y Juliana Pérez sintieron una atracción de inmediato, cuando se vieron en la universidad de inmediato sintieron cosas muy fuertes, pero La Leona y La Pantera se odian a muerte, dos asesinas a sueldo enfrentadas por el trabajo ¿Podrá...