Juliana Prov:
Casi dos semanas de que estoy en Madrid, Juancho me pasó el dinero suficiente para poder rentar un departamento, además de pasar el dinero suficiente para poder pagar matrícula a la universidad, además de que en menos de dos semanas tendré misión en mano para volver a tener dinero. El problema de todo esto es que ellas no solo me quitaron el corazón, no solo me quitaron todo lo que tenía y lo peor, me quitaron mi soporte, me quitaron a Natalia, a su risa resplandeciente, a sus desesperantes "Todo va a estar bien", cuando en realidad estaba todo horriblemente jodido, me quitaron sus abrazos tranquilizadores y su cariño de hermana, me quitaron todo.
¿Cómo demonios sigo viva? Porque la muy cobarde se arrepintió de darme en plena cabeza, decidió dejarme ir, pero no sin un recordatorio de que si vuelvo, es capaz de quitarme todas y cada una de las míseras cosas que me quedan, lo que no sabe Camila Esguerra, es que volvió a adormecer mi maldito corazón, si es que no lo mató, lo poco y nada que quedó dentro de él, se va muriendo día a día viendo lo jodida que me han dejado, porque cada latido que es protagonista en mi pecho repite ese "Te odio" y recuerdo cómo fue que ese disparo terminó de matarme por dentro.
Flashback:
-Adiós, amor - me dice Camila con una sonrisa cínica, la pistola apuntando a mi sien, pero ya no me importaba nada , ese maldito "Te odio" me había matado, me sentía utilizada, me sentía engañada, ella jamás me amó, quizás hasta supo que yo era quien era y solo me mantuvo a su lado para después pegarme un tiro cuando se cansara, además de que la oferta de sacrificio de Natalia me tenía completamente nerviosa.
- ¡DISPARA! -le grito intentando desviar sus ojos del cuerpo de mi amiga que se retuerce entre los brazos de esas dos serpientes venenosas, la veo apretar los dientes, solo cierro los ojos para esperar ese disparo en mi cabeza, pero no, solo resuena el eco de un disparo y un grito desgarrador que me hace abrir los ojos de manera desmesurada, con el mínimo de valor que me queda me volteo para ver Natalia tirada en el suelo con la pierna herida, la sangre es abundante, estoy horrorizada.
-Toma a este otro pedazo de mierda y lárgate antes de que me arrepienta de haberte perdonado la vida, toma tus cosas y desaparece, porque si te vuelvo a encontrar el disparo va en medio de tus ojos y no en la pierna de tu mejor amiga - me dice ella entre dientes, la veo darse vuelta, soltarme las amarras, para después tomar del brazo a una estupefacta María Cristina para arrastrarla fuera.
-Natalia, mierda Natalia - digo moviéndome a gatas hacia ella para soltar sus malditas amarra, ella de inmediato me mira con los ojos llenos de lágrimas, sabe que la herida es algo grave, sabe que si no llegamos pronto a un maldito hospital Natalia se desangra, la bala dio de seguro a la arteria femoral.
-Negra, corre, ándate de aquí - me dice mirando a la puerta con terror, sabe que son capaces de volver y darnos a ambas un disparo en la cabeza, me agacho para poder alzarla, la escucho quejarse bajo su propio peso y el rio de sangre se hace mucho más abundante.
- Contigo hasta el fin del mundo Afanador, o te salvo o me muero contigo - le digo empezando a arrastrarla con todas las malditas fuerzas que me quedan, no pienso perder lo único que me queda ahora, porque Natalia es lo único que me queda.
Fin de Flashback.
-No puedo creer que me quitaran lo único que me podía quedar, me quitaron todo lo que quería - digo al aire secándome una lágrima con rabia, tomo un par de panes y empiezo a hacer dos sándwiches, como si hacer comida me salvara un poco de la rabia que siento en estos momentos, los pongo en un plato y los miro, Natalia por lo general llegaría corriendo solo por el hecho de escucharme abrir el refrigerador, pero ya no es así, creo que hasta se me olvidó su risa, se me olvidaron esos ojos brillantes con esa sonrisa que te hace calmar, extraño sus abrazos. Solo tomo el maldito plato y me voy a la habitación, abro la puerta con delicadeza.
-Cariño, anda, siéntate, come conmigo - pero Natalia sigue siendo un ovillo en la cama, la venda que tiene en la pierna ya no sangra, la primera semana era normal ver el vendaje manchado de sangre, por lo general era que ella misma se movía bruscamente por las constantes pesadillas que la atacaban, pero ahora, ahora ni siquiera las pesadillas la atormentan, ya no tanto como a mí, que la mayor parte de las noches despierto con el sonido de ese maldito disparo resonando en mi cabeza y un te odio estrujándome el corazón.
-No tengo hambre Juli - dice volviendo a estrujar con fuerza la almohada contra su pecho.
-Mi amor, tienes que comer algo, por favor, no me hagas obligarte - se sienta a duras penas, me mira con los ojos apagados, hace casi dos semanas que sus ojos no brillan, su sonrisa no aparece, el color de su piel incluso se puso de color grisáceo, las ojeras que nunca fueron características de ella aparecieron, estos son los síntomas visibles de un corazón roto, es por eso mismo que hace dos semanas no me miro al espejo, no quiero ver la cara que me dejó un corazón roto.
- ¿Por qué nos hicieron esto? ¿Por qué nos usaron de esta manera? - dice ella dejando escapar un par de lágrimas, de inmediato se me va el corazón a la garganta.
-No lo sé, te juro que no sé porque lo hicieron, pero es que no podemos seguir así, no podemos dejar que detengan nuestras vidas - le digo empezando a acariciar su cabello, la ayudo a sentarse para poder abrazarla.
-Nos prometieron cielo, mar y tierra, nos prometieron la luna y solo fueron capaces de romperla, quiero culparlas por todo, pero no puedo, no puedo porque nosotras también hicimos mal, pero ni sé, no sé cómo sacar todo lo que tengo dentro, no puedo quitar esa sensación de opresión en el pecho - la siento ahogarse con su propio llanto, estoy igual que ella, me siento igual de destrozada, igual de rota por dentro.
-Mi niña, lamentablemente cuando el amor se va, no vuelve, no volverá y a nosotras, a nosotras no nos amaron, probablemente solo nos utilizaron, ahora tenemos que tomar nuestros pedazos rotos, hay que recogerlos para poder amarnos, porque no podemos seguir destruidas - le digo empezando a acostarme lentamente con ella entre mis brazo, apenas soltamos un par de lágrimas silenciosas, sabemos que son las última que podemos derramar, tenemos que empezar a pararnos, de apoco curar nuestros corazones y juntar nuestras almas pesadas de decepciones y engaños.
-Cuando el amor se va, no volverá - me repite ella antes de quedarse completamente dormida, está desecha en un mar de lágrimas.
Solo puedo pensar en los implacables ojos de Camila, que en un segundo no demostraron a nada, ni siquiera rastros del amor que juraba tenerme, ni un pequeño rastro de cariño, el amor que para mí fue tan real, para ella no fue más que una maldita tapadera, la persona que tengo al lado es la única, la única que me ha amado por lo que en realidad soy, es la única que conoce mis más oscuros secretos y me sigue amando, en este momento pienso que no debería haberle dejado esa carta, entregué mi corazón en un papel a una perra que no tiene un maldito corazón, quizás ella intentó ser una héroe, intento salvarme de algo en el mejor de los casos, quizás algo de cariño tuvo por mí, lo que no supo ver, no supo darse cuenta que para salvarme jamás debió aparecer en mi vida.
N/A:
Holi :3 Anoche tuve un ataque nervioso en el que no podía dormir y salió esto, sé que se los quedé debiendo, así que un regalito, ahora me marcho.
Pd: Gracias por todos los mensajes deseandome éxito, son un sol, aún no los leo todos, pero si, han sido varios <3
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Besos en Guerra - (Ventino) [Jumila]
RomanceCamila Esguerra y Juliana Pérez sintieron una atracción de inmediato, cuando se vieron en la universidad de inmediato sintieron cosas muy fuertes, pero La Leona y La Pantera se odian a muerte, dos asesinas a sueldo enfrentadas por el trabajo ¿Podrá...