Capítulo 37 - Eres Mía.

905 62 6
                                    

Camila Prov:

-¡LAS ENCONTRÉ! – grita Olgui haciendo que de inmediato saliera corriendo en su dirección como si mi vida dependiera de ello, desde que se nos escaparon han pasado casi tres semanas, intentamos por todos los medios de encontrarlas, fuimos a la Universidad, nunca fueron, registramos casi todos los autos de ese maldito estacionamiento y nada, Olgui se demoró casi tres semanas en obtener una imagen de cada calle de la ciudad donde se pudieran ver ellas, eso nos llevó a una matrícula, después de eso llegamos a un departamento a las afueras de la ciudad, durante dos días empezamos a rondar la casa, averiguando rutinas, viendo a donde se cambiaron para terminar el año escolar, los planes extra programáticos, todo, hasta que llegamos a el día indicado, donde sería muy fácil secuestrarlas.

- ¿Cuál es el plan? – pregunta una sonriente Makis sonriente, está igual de entusiasmada que yo por hacer lo que queremos hacer.

-Mañana tienen una fiesta de bienvenida, todo esto será en un bar del centro, tendremos una brecha de 2 minutos antes de que lleguen al estacionamiento, 35 segundos se demora en hacer efecto el calmante, contraté a dos matones experimentados que nos ayuden a inmovilizarlas y llevarlas a un hotel, uno en cada extremo de la cuidad, los dos a la misma distancia, 32 minutos exactos, es mejor separadas, así no se podrán escapar – le digo a Makis, tengo todo cronometrado y cuidadosamente trazado, nada va a fallar y si tenemos en cuenta que el alcohol hará su parte en esta jugada, todo será un éxito.

-Muy bien Esguerra, nada puede salir mal, tienes que tener todo fríamente calculado – me dice Olgui, sin duda nada puede salir mal.

Día de la fiesta 02:37 de la madrugada.

-Ya están muy borrachas, esto no me da buena espina, pueden hacer cualquier idiotez – me dice Makis de mala gana, mira preocupada como se llevan trago tras trago a la boca.

-Cualquier cosa mandamos a Paul y Alex a sacarlas a rastras de ese lugar – le digo mientras miro atentamente por la ventana, veo que Juliana le toca el hombro a Natalia, ella solo sonríe y asiente, a paso tambaleante se ponen de pie para salir del bar.

-Llama a un taxi que no puedes manejar y yo tampoco – escucho decir a Natalia con una voz de borracha que no se la puede, ambas vienen caminando abrazadas mientras se tambalean, tanto así que Natalia se tiene que apoyar en la pared para mantenerse, arrastrando a Juliana con ella, nosotras estamos a una buena distancia, pero ellas hablan fuerte y podemos escucharlas, tenemos que acercarnos de manera sigilosa, cualquier paso en falso significa joder todo.

-Deberíamos intentarlo, si ellas no nos quieren – dice Juliana aproximándose a Natalia, no sé de qué hablan, pero ya me estoy desesperando, así que a paso lento empiezo a caminar hacia ellas-

-Extraño sus besos, sus manos sobre mi cuerpo – dice su amiga, la sangre se me congela cuando veo que Natalia toma la cintura de Juliana para estrellar sus labios con vehemencia, más aún cuando veo que Juliana la toma de la nuca para acercarla más a ella, en ese momento me doy cuenta que no necesitamos distracciones, ellas solo se bastan como distracción, las manos ávidas que recorren el cuerpo ajeno lo demuestran y las bocas que se mueven furiosas sobre la otra no hacen más que aumentar la rabia, así que solo me lanzo corriendo para clavar la primera aguja en el brazo de Juliana, Natalia me mira desorientada por todo lo que acaba de pasar.

-Tercera vez que te veo tocando lo que es mío, pero ahora Makis te dará una lección – le digo antes de inyectarla, veo que ambas caen como sacos al suelo – Makis, déjale en claro que no puede seguir besando a mi novia – le digo antes de llevar a Juli al auto en conjunto con Alex, pienso dejarle en claro a Juliana Pérez a quien le pertenece.

Besos en Guerra - (Ventino) [Jumila]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora