¿Karma O Destino?. (Is it Love?)

》Capitulo 35《

《Elizabeth》

¡No puedo creerlo!

  - ¡Sebastian!.- me levanto rapidamente -.

Mientras me voy hacia el, mi mirada se desvia hacia otro joven, el esta sentado en la mesa junto a esa manada de maquillaje implantado. Su piel es muy blanca, casi como el azucar, sus ojos miel no se despega de mi.

Siento una sensacion algo inquietante al mirarlo.

La incomodidad me invade, asi que lo miro con firmeza y cortante.

¿No se da cuenta que es de mala educacion mirar a las personas de esa manera?

Unos grandes brazos me rodean, haciendome regresar a la realidad. Miro rapidamente a mi querido amigo abrazarme animosamente. Me dejo llevar y me aferro a el.

¡Ha pasado tanto tiempo!

  - ¡Sebastian Jones!.- el sonrie -. Ha pasado varios años desde nuestro ultimo encuentro.- el sonrie -.

Sebastian: Es verdad pequeña, ha pasado varios años.- acaricia mi cabello  -. Mis investigaciones me han tenido muy atareado.- le guiño el ojo -.

  - Si, recuerdo esa despedida.- suspiro -. Aun necesitaba de ti.- me mira -. Tus consejos, sobre como manejar mis habilidades.- abre los ojos con asombro -. Las respuestas que prometiste, me darias sobre todo esto.- bufo  -.

Finjo estar molesta y me alejo de el. Aunque estoy feliz de verlo, muy en el fondo de mi, siento ira.

¡Me dejo abandonada, igual que mi madre!

Es tan confuso no poder tener control sobre mis emociones en este momento.

Sebastian: Sabes el por que tuve que irme Anne.- suspiro incomoda -. 

Me alejo de el y me voy hacia donde estaba sentada. Sebastian va tras de mi.

Una explosion de sensaciones me invaden. Pero ninguna es agradable.

  - Por favor, no me llames asi, sabes que no consigo estar tranquila cuando me dicen ese jodido nombre.- el frunce el ceño -.  Solo dime Elizabeth o Eli o no se.- paso la mano por mi cabello -.

Sebastian: Lo siento Ann... Eli.-  bebo un trago de mi coctel -. Pero en realidad, tambien me fui, buscando respuestas a otras cosas, de ti, de mi.- posa su mano en la mia -. Nosotros.- abro los ojos -.

  - ¿Nosotros?.- asienta -. ¿Como es eso?.- su piel palida se ruboriza -.

Sebastian: Dejalo.- Sonrie -. Ahora lo importante es que nos hemos reencontrado, podremos investigar juntos sobre estos asuntos.- Asiento -.

El silencio entre nosotros se mantiene por unos minutos. Hago una seña al barman para que me traiga dos cocteles mas.

Al intentar iniciar la charla con Sebastian de nuevo, un ruido me interrumpe.

Veo al rubio y a otro muchacho ir con el hacia la salida del establecimiento.

Ambos no me quitan la mirada de encima. Su forma de mirar en verdad me aterran un poco.

¿Acaso les debo dinero? O ¿Me conocen?

Al mirar de nuevo a Sebastian, lo veo tenso, mientras los observa irse. Me encojo de hombros y termino mi otra copa.

???: ¡Disculpe!.- Volteo a mirar -.

Una morena, muy atractiva me fulmina con la mirada mientras posa su mano en el hombro de Sebastian.

???: Muy bien, creo que ya estas entretenido con otra cosa profesor.- abro los ojos -.

Miro a Jones algo confundida.

Sebastian: Efectivamente, señorita Osborne, me he reencontrado con una amiga de mi familia.- hace un gesto de disculpa -. No siempre suceden cosas tan agradables como esta, pero le agradezco que me invitara a conocer estos sitios de la ciudad.- Sonrie -.

La chica le devuelve la sonrisa, ella se despide de el y hace una seña a los otros que estan en la mesa. Ella me lanza una ultima mirada y abandona el lugar.

Miro a Sebastian, quien muestra una mueca de incomodidad.

  - Asi que..- me mira -. ¿Profesor Jones?.- sonrie y asienta -.

Sebastian: Efectivamente.- arqueo una ceja -. Estoy enseñando en la universidad de esta ciudad.- Sonrio -.

  - Oh, ahora todo tiene sentido.- bebo de mi copa -.

Sebastian: ¿Que cosa?.- empiezo a reir -.

  - ¡Mitos y leyendas!.- el empieza a reir y guiña un ojo -. ¡Esas cosas del destino!.

Ambos empezamos a reirnos.

La noche transcurre con completa calma. No paramos de reir, recordando mis travesuras y mis estupideces.
Nuestras bromas a Charlotte, mi queridisima madre, entre muchas otras cosas.

Incluso mi pobre abuela sufrio mi alto grado de maldad.

A pesar de los años, Sebastian sigue siendo el mismo. A pesar de ser mucho mayor que y; recuerdo que el se sentaba conmigo a jugar a las muñecas.

Recuerdos algo dignos de admirar de alguien como el.

La madrugada se manifiesta, Sebas ha bebido de mas, al igual que yo. Pero al carajo, aun estoy en todas mis cabales para llevarlo a casa.

  - Oye profe.- me mira risueño -. ¿En donde es que estas viviendo?.- el empieza a reir -.

Sebastian: No recuerdo.- empezamos a reir -.

  - ¡Que gracioso!.- me mira divertido -.Oye Sebas, no puedo llevarte a mi apartamento, esta echo un caos.- se encoje de hombros -.

Sebastian: Da igual, en serio no recuerdo la direccion de mi residencia.- Suspiro mirandolo de reojo -.

Pago la cuenta y me coloco de pie. Agarro a Sebastian y lo guio lentamente hasta la salida del lugar.

Al llegar al auto, lo dejo caer en el asiento trasero. Este cae practicamente como si estuviese dormido.

- ¡Hola, soy tu nueva chofer!.- sonrie divertido -.

De inmediato cierra sus ojos.

Al llegar a mi asiento, escucho sus ronquidos.

¡Los años pasan!

Pero definitivamente hay cosas que no cambian.

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