¿Karma O Destino?. (Is it Love?)

》Capitulo 3《

Al entrar, me quedo aterrorizado. Veo los cuerpos de mi hermano y de mi madre bañados en sangre y tirados en el suelo. Me acerco a ellos buscando una señal de vida, pero no obtengo ninguna respuesta de ellos.

Las lagrimas caen de mis rostro sin ningun control. Insisto en llamarlos, sacudirlos, pero todo es en vano.

Los he perdido a los dos.

Agarro mi cabello mientras sigo intentando procesar y aceptar esto. No consigo entender. Un dolor punzante invade mi pecho, me cuesta respirar.

Abandono el lugar corriendo en busca de un policia local, no se me ocurre hacer mas nada. Al llegar a la oficina, entro pidiendo ayuda desesperadamente. Pero la oficina esta vacia.

Escucho algunas risas atras del sitio.

Al ubicarlos y exponerles lo que ha ocurrido, solo se limitan a decirme que hay casos mas importante por atender.

Drogo: ¡Pero señor!.- me mira -. Mi madre y mi hermano han sido asesinados, debe ayudarme, por favor.- el policia rechaza mis suplicas -.

Policia: Jovencito, en verdad no hay tiempo para ello, ademas .- se acerca -. Dudo que alguien de tu posicion pueda pagar para que la investigacion avance.- abro los ojos -. Mejor vete, entierra a tus seres queridos y sigue con tu vida. ¡Aqui nada paso jovencito!.- Gruño y doy la vuelta -.

Camino molesto lejos de ese infame lugar.

Siento que mi mundo se derrumba poco a poco. Mientras regreso a esa casa, los pensamientos impuros me invade.

- ¡Quiero vengar sus muertes!.- las lagrimas empiezan a caer por mi rostro -.

Me quedo frente alas tumbas de mi madre y hermano, observandolos.

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Cinco dias despues...

No he logrado dormir desde la muerte de mi madre y mi hermano. En cambio, la ciudad esta enloquecida con la llegada de esa familia de la cual lei la semana pasada. No siento curiosidad, no siento nada. Solo desearia saber que fue lo que paso con mi familia y el porque. Por que hicieron tal cosa. No  le debiaos nada a nadie, manteniamos en el anonimato, sin molestar o dañar a nadie.

Ludwig ha intentado consolarme, pero evito estar cerca de las personas. Se que soy su amigo y que el busca aliviar un poco mi dolor. Pero creo que nada podra curar esta herida.

Con lo que gano en mi trabajo, me pago de renta una pequeña en una casa que encontre cerca de mi antigua casa.
No soy capaz de entrar en ella y no verlos, recordar como los encontre me vuelve loco de dolor e ira.

Mientras organizo el lugar, los recuerdos me invaden. Recuerdo que a mi madre le gustaba esperarme hasta que yo llegaba a casa. Sus magicas manos preparaban las comidas mas deliciosas que hasta ahora he probado.

Yo sabia de su amor por las manzanas y por las fresas, asi que cada vez que ganaba dinero extra, le llevaba una canasta llena de ellas, solo para ella. Pero jamas fue egoista, siempre nos reuniamos los tres a comer dichas delicias mientras ella nos cantaba sus canciones favoritas.

¡Como me hacen falta!

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La noche llega por fin.

Mientras termino de organizar el establecimiento y me dispongo a cerrar la cafeteria para irme, escucho unas voces en el pasillo.
Al asomarme a observar, veo tres siluetas, dos hombres altos y la de una joven.
No logro ver su rostro, pero si su cabellera rojiza recogida en un impecable peinado. Su vestido es en seda dorada con blanco, al igual que los guantes que cubren sus brazos.

Me encojo de hombros y camino por un lado de ellos para no incomodarlos. Mientras camino, miro de reojo a la joven con curiosidad. La chica voltea a mirarme repentinamente. Nuestras mirada se encuentran casi de inmediato. Me quedo completamente impactado de tanta belleza. Su cabello rojizo contrasta perfectamente con sus pupilas marron. En sus labios, se manifiesta una timida sonrisa al verme.

Sacudo ligeramente la cabeza y retomo mi camino. Cuando estoy cerca de la salidad de la universidad, la voz del director resuena en todo el pasillo.

Director: ¡Oh Drogo!.- volteo a mirar -. ¡Hijo, ven aqui!.- asiento -.

Camino hacia el llamado del director, quien sabe que querra ahora de mi.

¿Un cafe?

- ¿Si señor director? .- coloca su mano en mi hombro -.

Director: ¡Drogo muchacho!. Te quiero presentar al señor Aughuts Sallow y a su hija la señorita Anne Sallow.- el hombre me mira y hace una seña con su cabeza a modo de saludo -.

- Un placer conocerlo señor, señorita.- hago una ligera reverencia -.

Anne: Un placer joven.- asiento -.

La chica sonrie de nuevo. El señor Sallow la mira con firmeza, haciendo que ella se ponga seria y agache la mirada.

Director: Señor Sallow, este chico es uno de los mejores estudiantes de esta universidad.- El señor Sallow arquea una ceja y me mira fijamente -. El puede encargarse de guiar a su hija hasta que quede al día y pueda retomar las clases con normalidad.- los miro y asiento -.

- Sera un placer brindarles mi ayuda.- la chica sonrie desviando su mirada -.

El señor estira su mano hacia mi. Hago la misma accion, terminando en un apreton de manos.

Aughuts: Confio en las buenas elecciones y sabiduria del señor director.- sonrie -. Aunque no es para mi hija Anne que requiero esa ayuda, es para mi pequeña hija Liah.- asiento -.

Director: Creedme señor, este chico es muy brillante.- sonrio -.

Miro al señor y a la joven y suspiro.

- Muy bien, si vosotros estais de acuerdo, puedo iniciar mañana a primera hora.- asientan -. Perfecto, ahora si me disculpais, debo ir a mi hogar.- hago una reverencia y me alejo -.

Mientras camino me quedo pensativo detallando a esa chica. Me pregunto como hare para poder trabajar y enseñarle a ella al mismo tiempo.

¡En que me he metido!

Al salir de la universidad, acelero el paso para poder llegar a mi casa. Lo unico que quiero hacer en este momento es dormir y alejarme de todo esto a lo que se le llama vida. Al llegar a casa, cierro la puerta y me dejo caer a la cama sin ningun cuidado.

Quito mis zapatos con los pies y cierro los ojos.

Mañana sera un dia muy largo.

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