Prólogo

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Te voy a relatar una historia y espero que oigas atentamente.

En un triste orfanato podía encontrarse un atisbo de alegría, pero solamente en dos adolescentes, el resto no lo percibía.

Cada día su lazo se reforzaba un poco más hasta que se convirtieron en inseparables. Ellos buscaban diversión en la cosa más insignificante, sonreían por el gesto más tonto y secaban las lágrimas del otro cuando las duras noches los atacaban.

Pasaron por muchas situaciones juntos, desde aventuras llenas de adrenalina hasta días en los que la impotencia les ganaba y no podían hacer nada más que abrazarse.

Luego de todos los daños que les había provocado el mundo, creyeron que nada más los arruinaría. Estarían para apoyarse, tenderse una mano si la necesitaban o prestarse un hombro si les urgía llorar. Tal como en los cuentos de hadas, ambos estarían juntos por siempre.

Y quizás por aquel pensamiento se desató un pesar incontrolable, porque, aunque les doliera en lo más profundo de sus almas, ellos se equivocaron terriblemente.

Pero, claro que ya sabes de quienes te hablo, ¿verdad?

El lujo de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora