9.- De maldiones y perdón

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Se quedo un tiempo hay, con los ojos cerrados, maldiciendo por querer que Adam fuera distinto, sintiéndose estúpida. Era un hombre después de todo, era normal que reaccione ante una falda corta Jesus es su naturaleza pensaba mientras se frotaba la cara con sus manos.

-Ya han pasado 10 minutos desde que salió Jade - susurro Linda, ella asintió mientras salía gateando del escritorio, una vez afuera se quedo a un lado de ella, abrazando sus piernas -¿Me prestas el teléfono? - le pregunto a Linda, esta asintió pasándole el artefacto, recordaba el número de Jerry de memoria por lo que no le causo problemas, le respondió al 3 timbre, muy agitado, como suponía aun estaba bailando -Jerry, soy jade, ¿puedes venir a buscarme?

-¿nena y Adam? - pregunto muy nervioso, ella guardo silencio sin saber que decir - oh linda, estaré allá inmediatamente.

-Estaciónate lo mas cerca de la biblioteca y si lo ves hazte el desentendido - le pedio

-Claro, enseguida voy no llores mas nena – enseguida le colgó, llevándose las manos a sus mejillas, efectivamente estaba llorando en silencio. ¿Cómo no me di cuenta de eso? Lo último que necesito es llorar por alguien como él. Se regañaba una y otra vez por mostrar debilidad.

- Te gusta - Linda la saco abruptamente de sus pensamientos, Jade levanto la vista hacia ella, esta estaba sonriendo ampliamente enseñando su dentadura.

-Claro que no - le contraataco molesta, mientras se cruzaba de brazos.

-Jade te estaba observando está bien, no es tan trágico - trataba de explicarle mientras le acariciaba el pelo.

-No, no está bien y tú no insistas, no lo sabes - Volvió a quejarse como una niña pequeña

-Jade he leído varias novelas y he visto el amor muchas veces adelante de mí.

-No todo pasa como en los libros

-La mayoría de las cosas sí.

-¡oh! ¿Me vas a decir que conoceré a un panadero que me tire pan, un multimillonario sádico que posea un cuarto rojo ahora, que me cruzare con un ángel caído que me protegerá y amare? - Ironizo.

-Estas a la defensiva –Suspiro algo cansada- Pero Adam estaba muy asustado.

-No importa, las prefirió a ellas antes que mi ayuda.

-No será que estas celosa y estás viendo cosas que no son - le pregunto estudiándola con sus cejas levantadas.

-¡No estoy celosa! - le respondió con las mejillas enrojecidas, Linda se limito a reír mientras negaba con la cabeza.

No le volvió a decir nada más, 15 minutos después Jerry apareció en la recepción muy agitado, en ese momento se sintió culpable por sacarlo de su actividad - Linda ¿ y Jade? - Ella apunto hacia abajo, Jerry confundido siguió su mirada y la vio hecha bolita alado del escritorio - ¿Nena que paso esta vez?

-Te cuento en el departamento- Jerry asintió mientras veía como salía de su escondite, se despedido de Linda prometiéndole que la llamaría apenas este tranquila, partieron rumbo hacia la salida cuando se percato de algo, paró en seco dándose vuelta pudo divisar como algunos estudiantes sacaban sus teléfonos, algo que la irrito demasiado -¡Si están pensando en llamar a Adam Fols, juro que cada vez que los vea en la biblioteca les hare un infierno! - Y tal como lo supuso algunos guardaron sus teléfonos. Llego sin ser vista al auto, se subió en el lado del copiloto, pero se volvió a esconder abajo.

-Estas muy agresiva amiga- le dijo Jerry, aunque ella ya no lo respondió al darse cuenta que no le respondería echo a andar el motor, ninguno hablo durante todo el viaje, cosa que agradeció pues en su interior se libraba una batalla de sentimientos encontrados, hasta cuando iban entrando al recinto de los departamentos Jerry le volvió a hablar preocupado -Nena Adam está vigilando las escaleras - rápidamente se cubrió con la mochila de Jerry. Maldito sabía que tendría que subir a su departamento. Trato de calmarse, de controlar la ansiedad de la que se estaba apoderando su cuerpo -Has que se largue - le pidió con la voz quebrada y baja.

En modo de defensa©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora