En modo de defensa©

27.- Reencuentros

Jade estaba desorientada y nerviosa, no sabía que era aquello que se tramaba Adam pero por su risa constante podía darse cuenta de que era algo bueno.

-¿Adam falta mucho?- pregunto hace tiempo que llevaban en el auto andando.

- No, la verdad no - le respondió. Pese de no poder observarlo tenía claro que estaba sonriendo.

Supo que algo pasaba cuando despertó y no lo vio a su lado. Intento levantarse pero Adam había aparecido con todo el desayuno en una bandeja para ellos dos. Comieron entre risas y besos, juntos como más le gustaba a ella. Luego de eso Adam le dio una bolsita y la mando a la ducha.

En aquella bolsa se encontraba un vestido de color blanco con un par de botas cafés. Adentro había una nota “Me muero por verte con esto”. Sonrojada se baño y cambio adentro del baño. Se arreglo su pelo de manera suelta dejando caer sus rulos y delineo suavemente sus ojos. Antes de salir se reviso completamente, se veía bien a su modo de ver, el vestido le llegaba sobre sus rodillas, de mangas largar y un leve escote en la espalda, se preguntaba qué era lo que tramaba pero una vez más decidió olvidarse de todo. Disfrutaría.

No había alcanzado a dar dos pasos ni a decir Adam, cuando este la vendo y le dijo “La sorpresa comienza ahora” Luego la había bajado entre risas subiéndola al auto.

En eso estaba tratando de sacarle respuestas de dónde irían pero él no estaba dispuesto a soltar palabras.

-Vamos ya dime – se quejo nuevamente.

-Falta poco ya – le dijo riendo.

-Me canse, me lo sacare – amenazo poniendo las manos a la altura de su cabeza.

-¡No, no, no! – le grito deteniendo el auto y bajándole las manos – Estamos a la vuelta.

Ella asintió no muy convencida, algo exasperada pero luego de unos minutos el auto se detuvo y este le ayudo a bajar.

Camino con su ayuda a su modo de ver un pequeño recorrido entre abrazos y susurros donde él decía “Espero que te agrade si no me muero”.

Se detuvo y la dejo sola, Jade desorbitada empezó a buscar a Adam con sus manos pues ya no lo sentía cerca.

-¿Adam? – Preguntaba tocando solo el aire - ¿Adam, donde estas?

-Aquí – lo escucho de pronto a su espalda, le susurro con voz gruesa mandándole miles de escalofríos a su cuerpo – Ven aquí – la movió un poco y la volteo. – Cuenta hasta 10 y cuando estés lista suéltate la venda – le dijo. Jade asintió con una sonrisa que fue removida por un beso de Adam – Me encanta ese vestido – le dijo sobre su boca – Mejor cuenta de una vez si no te hago mía – le dijo en su oído causándole una sensación de bienestar y falta al alejarse.

Al no sentirlo comenzó a contar en reversa 10… 9… 8… 7… 6… 5… 4… 3… 2… 1… Suspiro y con mucho nerviosismo paso sus manos por la falda. Luego de un par de segundos se saco la venda. Espero que su vista se acostumbrara a la luz y diviso lo que había en su alrededor.

¿No podía ser verdad? ¿Era una broma? No podía entender todo aquello, se sentía defraudada realmente esperaba más de Adam ¿O había sido una broma?

No podía creerlo estaba en su patio trasero, en su casa ¿Para eso había tomado tantas molestias? Algo enfada se giro hacia atrás, a la entrada de su vivienda en busca de su novio para molestarlo. Pero lo que vio la sorprendió aun más.

Sus amigos, las hermosas, los jugadores novios de estas, estaban hay de pie mirándola con una sonrisa. Todos, no podía creer lo que estaba viendo. Ahria, West, Jerry, Ana, Eli, Gabriel, Matías y Chris la estaban mirando divertidos, incluido Adam quien su sonrisa era la más grande y llenadora del lugar.