24.- Celos, con ella no

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Después de correr por toda la casa, de saltar muebles, tirarle todas las peras en las piernas y esquivar con muy poco éxito los juguetes que le lanzaba James, aun no entendía como termino en la sala con él encima haciéndole cosquillas, mientras rogaba piedad.

-Fue chistoso lo que paso en la cocina - decía Adam mientras entraban en su cuarto- No sé si tu mamá, tu papá o James fue lo mejor aun no me decido.

- ¿Enserio Adam? – se hizo la indignada llevándose una mano al corazón - Tu no defendiste mi honor.

- Ya, no seas así te quite de encima a James – le dijo acercándose a ella con cuidado le tomo su rostro entre sus manos observándola detenidamente, por unos segundos Jade tubo la sensación de que se quedaba sin oxigeno ante su tacto caliente - realmente eres... no sé cómo explicarlo – le susurro

-¿Qué? - susurro sobre sus labios - Atractiva, hermosa, inteligente, ingeniosa, bella, única, especial ¿Qué?

- Y luego yo soy él ególatra – le dijo riendo

- ya cállate – ella acorto la distancia para comenzar a  besarlo fuerte logrando despertar sus almas ante el contacto de sus lenguas, lo abrazo más a ella enredando sus manos en su cabellera clara desesperada para no romper la conexión, Adam poso sus manos en sus muslos y apretó ligeramente causándole un gemido apenas audible, estas trazaron un recorrido por sus piernas que Jade abrió al sentir como la comenzaba a levantar con el propósito de enredar sus piernas en su cadera, Adam gimió en mi boca ante la fricción de sus caderas provocándole un calor bastante intenso, la apoyo en la pared y le saco aquel chaleco que comenzaba a estorbar dejándole una estela de pequeños besos en su cuello mandándoles escalofríos a toda su espina dorsal y entre pierna.

- Jade ¿Quería pedirte ...-  al escuchar esa voz bastante cerca rompieron la conexión que sus almas pedían a gritos más, al separarse vieron al intruso con sorpresa, se trataba de james quien parado en la puerta posea una cámara apuntando en su dirección, cuando lograron conectar los puntos escucharon el ¡Flash!  Seguido de la luz blanca - Lo sabía, pequeña traviesa

- ¡LANA!- grito mientras se bajaba de Adam.

- Oh, eso es muy bajo enana - rio James cruzándose de brazos en la puerta.

- ¿Qué ocurre?- pregunto Lana entrando.

- Dile que me deje en paz, mira me saco una foto - lo acuso, avergonzada - Que lo borre, ya

- Muéstramela - le sentencio Lana, él sonrió pasándosela pero su hermana apenas la vio no pudo evitar ponerse a reír junto con su marido - Hermana creí que te asegurarías de que nos acostáramos

- lo íbamos a hacer pero es que es tan irresistible - dijo Adam con voz inocente abrazándola por detrás.

- No quiero detalles Adam – le respondió burlescamente - listo borrada, me lo llevo y asegúrense de no oír ningún ruido antes de hacer sus cosas - rio negando - Te quiero hermana, Gracias Adam – se llevo a rastras a su marido cerrando la puerta detrás de ellos.

- Y en que estábamos nosotros – Adam corrió suavemente el pelo de un lado de su cuello para depositarle pequeños besos en su cuello.

- Adam ya no quiero, así no quiero – se dio vuelta para verlo, ella tomo su cara para explicarle - Adam, james estará atento a los ruidos.

-¿eso quiere decir que no haremos el amor?- pregunto haciendo un puchero

- No, hoy no amor - lo beso dulcemente - estoy cansada

Este asintió con esa sonrisa tan galante. Se prepararon para dormir deleitándose con el cuerpo del otro puesto que ya el pudor no existía entre ellos. Por más que le dijo que le daría frio dormir con solo pantalón no le hizo caso por lo que aun así le dejo una polera a su lado de la cama. Ella termino de ponerse su pijama largo de una sola pieza, si bien tenia mangas largas dejaba a la vista su escote y no sobrepasaba más arriba de sus rodillas.

En modo de defensa©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora