En modo de defensa©

18.- Nuevos horizontes asoman

Despertó asustada para darse cuenta que estaba en su cama tapada con un pijama de una sola pieza, que sin dudar pensó que se lo habría puesto su amiga. Había estado durmiendo de eso no cavia duda, miro para todas partes pero no vio nada raro a excepto de un vaso de leche con un pedazo de pastel que al probarlo supo que era de Ahria, las cortinas estaban cerradas, la habitación oscura por lo que saco como conclusión que era de noche o muy temprano, desde el exterior no escucho nada por lo que no debía de haber nadie en la casa, o estaban durmiendo. Paso al baño, que estaba pegado a su pieza se tomo la leche y comió el pastel, todo con calma y apenas producir unos sonidos, disfrutaba del sabor de cada gramo solo se concentraba en esa tarea, nada la haría volver a las últimas horas. Por lo menos no por ahora. Una vez que su estomago se sintió mejor se acomodo y siguió durmiendo.

Volvió a despertarse por la necesidad de ir al baño, de regreso vio que la cortina estaba semi abierta dejando ver el sol, miro su pieza y esta vez hallo un vaso de jugo con galletas que las devoro completamente ya que eran sus favoritas, no oyó ningún ruido nuevamente, creyó de nuevo que no debía haber nadie por lo que se volvió a acomodar para dormir.

Se despertó una vez más con la urgencia de comer, miro para todas partes y diviso un pan con cecina y queso que devoro al instante acompañado de otro vaso de jugo que se hallaba a su lado, cuando se sintió mejor miro determinadamente su cuarto, estaba oscuro por lo que Ahria debía seguir durmiendo, se levanto perezosamente al baño hizo sus necesidades, se aseo, ducho y cambio nuevamente de pijama por uno simple de dos piezas que era de color violeta volviendo a dormir, no había nada más que deseara con tantas ganas, solo quería dormir así no pensaría ni sentiría.

Un aroma vino a su nariz, el solo olor le molesto sabia a quien procedía por lo que intento ignorarlo. Pero no se iba aquella fragancia, molesta se escondió entre las cobijas, el aroma era menos persistente desde esa posición. Trato de volver a dormir cosa que consiguió en instantes. Sin sabes cómo, sintió que le acariciaban el pelo, pero antes de que cualquier pensamiento se le forme inmediatamente se dijo, es solo un sueño. La caricia la siguió sintiendo durante varios minutos, finalmente se detuvo y la sala que esta inundada en silencio se sintió algo de tensión. Siguió con la indiferencia descansando su mente hasta que sintió un pequeño golpe en su cuarto que la saco de su ensoñación.

Mecánicamente como resorte se sentó erguida sobre su cama algo asustada, miro minuciosamente su cuarto, si, definitivamente estaba sola. Escucho unos gritos y risas por todo el departamento de diversas personas, era difícil decir quién era quién.

Se levanto frustrada de no poder seguir durmiendo, se dirigió a la ventana percatándose que el sol estaba más anaranjado de lo usual, por lo que debía de estar anocheciendo, salió de su cuarto pero nadie pareció notarlo, podía divisar a todos, desde a las hermosas, algunos chicos del equipo, a sus mejores amigos y curiosamente a Adam con Chris, todos entre la sala y el comedor.

Se quedo mirando un rato la escena, escuchando perfectamente que decían “¿Cuando despertara?" “yo estoy en su cuarto salgo y cuando entro ya no hay comida”, “ Dios, ya es preocupante”. Para Jade era bastante chistoso la situación nadie parecía percatarse que se hallaba ahí. Sin embargo la voz de Lana le preocupo, se acerco mas para escuchar que decía a través de un teléfono  “Ya les explique ella está bien, duerme cuando está agobiada, es su forma de escapar así nadie la puede tocar, cálmense en cualquier momento despertara, solo procuren dejarle algo de comer. Ahria, Jerry ustedes saben sus temores cuídenla, Ah, Chris gracias nuevamente es mi hermanita, me llaman, adiós a todos” se quedo estática viendo durante unos minutos viendo como seguían hablando sin que nadie se percatara de que ya había despertado, lista para enfrentar todo.

Se acerco más a ellos pero nada, intento un poco más pero nada, nuevamente a lo que suspiro frutada - Hola – dijo con voz alegre pero nadie le presto atención, irritada se rasco la cabeza y se acerco un poco más para decir - Hola ¿De qué estamos hablando?