28.- Repelente contra mosquitos

4.8K 300 23
                                    

Había llegado al vivero donde James era dueño, a diferencias de otras veces no se detuvo a ver a ninguna flor, apresuradamente corrió hacia el segundo piso y abriéndose paso a la puerta que daba a la azotea donde respiro el aire que azotaba a su cara.

Ese era su escondite, no le serviría esconderse en el primer o segundo piso pues estos tenían unos ventanales gigantes para darle luz aquellas flores.

Se dejó caer alado de la puerta para calmarse, las lágrimas no habían dejado de cesar desde que había salido corriendo.

Alzo la vista para deleitarse con aquella imagen. Seguía casi igual a como lo recordaba, flores en maceta puestas estratégicamente en repisas, pequeños árboles que crecían y a una esquinas aquellas que necesitaban una que otra dedicación.

Ahora había luces leed de estilo navideño puestas en los barandales y techos. También se encontraba un techo trasparente,  estaba completamente cerrado con ventanales gigantes, dando privacidad al lugar, este debía de haberse convertido en el refugio de James.

Camino entre las hileras, hasta que dio con una banca que era más larga de lo que recordaba. Se acostó dejando salir nuevamente las lágrimas ¿Porque habrá pensado aquello Adam? ¿Acaso ella no le dejaba claro que lo amaba a él? ¿Por qué la tacharía de zorra? Ella nunca había hecho como aquello desde que se conocieron o durante su vida.

Tenía muchas interrogantes y dolor en su pecho, se recrimino a si misma llorar de aquella manera, era solo un muchacho, ¿no? Sentía mucha rabia consigo misma ¿Otra vez enamorada de alguien dañino?

 No quería pensar, solo añoraba dejar de botar aquellas lagrimas que no deseaba liberar.

Se durmió entre pensamientos torturadores, no quería nada, solo dormir aunque esta vez le estaba costando más de lo pensado pues no estaba él, aquel causante del líquido salado que no era capaz de dejar de brotar.

Poco a poco fue saliendo de su sueño, no lo deseaba pero sentía unas manos acariciar su mejilla y pelo.

Abrió los ojos con cuidado para no encandilarse de la luz del exterior, y lo primero que logro divisar fue a él. Es mas no le sorprendía su presencia.

— ¿Cómo estuvo ese sueño Jade? — pregunto James. Mientras tanto Jade se sentaba en la banca abrazando sus piernas y recostando su cabeza en la banca.

—Bien, no me quejo — respondió fríamente— este lugar está más hermoso de lo que recordaba.

— ¿Puedo? — señalo el resto de banca libre que quedaba, ella sintió dándole el paso a que se sentara— Eso es porque no has venido en más de un año.

Jade no dijo nada, quería silencio y eso era inútil con James a su lado por que tenia que comenzar a hablar enseguida para conseguir la calma.

— ¿Cuánto tiempo dormí? — pregunto sin abrir los ojos.

—Yo llegue hace una hora y media — le respondió dándole la aclaración— todos te están buscando Jade.

—Dime, ¿Cuántos saben que estoy aquí? — pregunto esperando que en cualquier momento viniera Adam y comenzara el teatro.

—Solo yo —eso fue nuevo, abrió los ojos sorprendida— Te están buscando Jade, están todos preocupados. Lana, Lana esta de muerte llevas tres horas y medias desaparecida.

— ¿Y por qué no me vendes y le dices a todos dónde estoy? — Pregunto sorprendida de su cuñado— ¿A todo esto, como sabias que estaría aquí? creí que hoy no te tocaba ver las plantas.

—No me tocaba venir, pero cuando recibimos el llamado de Lesly contándonos nos preocupamos Jade, con Lana nos separamos, estúpidamente este fue el último lugar que se me ocurrió revisar y… y —James grito de frustración.

En modo de defensa©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora