Capítulo 1

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Admiro esas historias de amor que tienen finales felices. Esas que después de pasar por tantas tormentas les llega la calma y logran mantenerse unidos. Admiro ese tipo de amor que me demuestra que no siempre se tiene que sufrir, que no siempre tienen que cambiar, esas historias que me recuerdan que la película de terror que vivió mi madre en su matrimonio no se tiene que repetir.

Admiro a esas personas capaces de creer, de dejar de temer y son valientes. Admiro a mi hermano, a ese idiota que durante muchos años fue un hijo de puta con los demás y hoy sonríe y es feliz. Admiro ese tipo de amor al que yo le sigo teniendo miedo.

La imagen que se refleja en el espejo deja ver a una mujer rubia y elegante, una mujer que debe tenerlo todo en la vida, y quizá sea verdad, todo lo que el dinero puede comprar, pero este no te garantiza ser feliz, por lo menos no a mí.

He pasado los 30 hace poco pero aún me siento hermosa y sé que las personas me ven del mismo modo. He crecido dentro de una familia que en mi país es conocida y respetaba... Respetada ja.

Mi padre fue un demente que durante años trató de violarme y que golpeó a mi hermano tantas veces como pudo. Mi madre se fue cuando yo tenía 7 años y hasta hace unos años pensé que nos había abandonado, me equivoqué y saberlo no me hizo feliz... pues la culpable de toda la mierda que mi hermano y yo vivimos, fue otra de las personas que llevaban mi apellido con orgullo.

Acomodo mi vestido y el golpe en mi puerta me hace girar. Es cumpleaños de mi hermano y hemos hecho una fiesta en la casa, las pocas personas que Alessandro considera cercanas están aquí... incluido él.

Voy hacia la puerta y la abro, sonrío al ver a la esposa de mi hermano sosteniendo dos copas de vino. Su cabello oscuro y ondulado se acomoda de forma dulce alrededor de su bonito rostro. Es alta y también es mi amiga.

¿Estás huyendo de Marcello? —Me pregunta cuando entra a mi habitación.

Claro que no —le aseguro, aunque estoy mintiendo—. Necesitaba retocar mi maquillaje...

No debió venir acompañado y Christ ya le hizo saber su molestia...

Yo le dije que podía venir con quien le diera la gana —ella me mira sorprendida—. Ya le dije a Christopher que no me importa...

Me entrega la copa y la tomo. Ella es la mujer más dulce y amable que he conocido en mi vida, pero claro, también es de las que nunca se deja dominar por nadie, y adoro cuando pone en su lugar a mi amargado hermano.

Tiene un cabello hermoso y su rostro ha vuelto a lucir como la mujer sana que es. La admiro, admiro su fortaleza, admiro la forma como ama a mi hermano y lo mucho que hace día a día para hacerlo feliz.

¿Cómo se conocieron?—Me pregunta con curiosidad mientras se sienta sobre el sillón junto a mi cama—. Es decir... sé que estudiaba con Christ pero... ¿Cómo se enamoraron? ¿Quién dio el primer paso? ¿Qué hizo o qué te dijo?

Son demasiadas preguntas y no sé si tengamos tiempos para ello...

Tu hermano y Raffaelle están debatiendo cosas de chicos junto a sus amigos así que... creo que tenemos tiempo...

Suspiro y la observo. Ella es mi amiga, la quiero y sé tanto de ella que siento que le debo esta historia y en verdad deseo contarle a alguien como empezó aquella corta historia de amor. 

Alguien más golpea mi puerta y mi cuñada sonríe, camina hasta ella y la abre. María José y su gran barriga aparece y frunce el ceño al vernos.

Demente Amor - Los BaccherelliWhere stories live. Discover now