Venezuela era de mis países favoritos de América. Me encantaba su clima, el calor de su gente y el trabajo que hacíamos en ese país, pero era triste ver como la ineptitud de un gobierno empezaba a arruinar el ambiente alegre de las personas.
Las tiendas empezaban a llenarse de gente haciendo colas por comprar productor de primera necesidad. Su economía estaba en serios problemas y era sorprendente ver como nadie parecía hacer nada para evitar el problema que se les vendría si todo continuaba igual.
Henry estacionó fuera de una casa y apagó el motor. Observé el lugar y admito que por un momento fui consciente de la locura que estaba haciendo, pero no podía arrepentirme, no después de haber tomado un vuelo solo para conocer a Daniela.
Sonrío al pensar en su nombre, en el mismo nombre que mamá le puso a su nueva hija.
— Es allí —susurró Henry— el lugar en tranquilo —me aseguró— ¿Quiere que toque la puerta por usted?
— No, lo haré yo...
Henry salió del auto y abrió la puerta para mí. me acomodo las gafas de sol sobre mi cabeza y camino hacia la puerta, le doy un golpecito al darme cuenta que no tiene timbre y espero impaciente que alguien se digne a abrir.
No tardó mucho en atender a mi llamada y cuando estuvo frente a mí la miré con detenimiento. Era de un tamaño promedio, cabello cuidado pero demasiado sencilla para conquistar a mi hermano.
¿Qué fue lo que te gustó de esta chica?
Ella sonríe en dirección a Henry y luego vuelve su mirada a mí.
— ¿Eres Daniela Fortino?
Pregunto, ella duce antes de responder parece a la defensiva.
— Soy yo... —
Eres tú...
Mientras la observo a pesar que es guapa sigo sin encontrar lo que sea que haya hecho que mi hermano siquiera se acercara a ella. Su forma de vestir era demasiado simple, su ropa era muy humilde, ni siquiera podía creer que ella pudiera tener algún parentesco con el doctor Fortino.
— ¿Sabes quién soy? —pregunté.
— Creo que eres hermana de Christopher —Así que no eres tonta eh.
— Eres más inteligente de lo que pensé.
— ¿Disculpa? —preguntó mirándome de mala gana.
— Perdón... lo siento —susurré de inmediato— no tengo un buen concepto de las mujeres con las que suele salir Alessandro... No quise ofenderte.
— ¿Esa es una frase familiar o algo así?
Su tono sarcástico me sorprendido y no estaba segura de a qué se refería.
— No te entiendo...—confesé.
— Tu hermano también solía disculparse después de haber dicho algo desagradable
— ¿Perdona? —¿Mi hermano disculpándose? Debe haber un error— ¿Qué mi hermano solía disculparse? ¿estamos hablando del mismo hombre?
— Christopher Baccherelli...—Vaya, el idiota había recordado como pedir disculpas— ¿no es tu hermano?
— Sí, es él, pero mi hermano jamás ha pedido disculpas a ninguna mujer.
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Demente Amor - Los Baccherelli
Teen FictionSophia creció en un hogar lleno de gritos y maltratos, un hogar que distorsionó la palabra amor en su corazón y la hizo saber que en un mundo en guerra, las niñas ya no deben esperar por un príncipe. De carácter fuerte, decidida y segura de lo que...