La universidad había empezado a ser aburrida, estaba deseando terminar el semestre y tomar vacaciones, estaba harta de toda esta gente haciendo planes para navidad, todos pensando en lo que comprarían o a dónde viajarían.
— ¿Irás al cumpleaños de Fabiano? —preguntó Patricia.
— Nunca voy, no sé por qué siempre preguntas...
Bebí mi café y continúe observando a los idiotas que pasaban junto a mí.
— Alessandro parece haberse tomado en serio la universidad... siempre están él y Marcello en la biblioteca investigando cosas...
— Eso parece...
— Deberíamos salir los cuatro —sugirió.
Ella en verdad no desistía, mi hermano llevaba años follando a cualquier mujer menos a ella, y en el fondo sabía que eso significaba que le tenía cierta estima por ser mi amiga, pero ella aún quería pensar que él en algún momento se enamoraría de ella y se casarían.
— Sabes que Alessandro no es de citas —le recordé— y que nunca salimos juntos.
— Solo porque las mujeres con las que sale no te agradan, pero yo soy tu amiga...
— Y por eso voy a recordarte que mi hermano no está interesado en ti... ni en ninguna otra mujer para una relación seria... ya supéralo.
Sabía que le afectaba, sabía que desde que lo conoció ella empezó a tejer historias románticas en su cabeza, historias que alguien como mi hermano jamás haría realidad.
Un grupo de personas pasaron por donde estábamos y a lo lejos divisé a mi hermano, Patricia también lo hizo y la emoción se hizo presente en ella. Levantó la mano hacia él y mi hermano le sonrió con amabilidad, algo que no hacía con muchas personas el muy cabrón. Poco después apareció Marcello y creí entender a Patricia, entendí como se sentía porque aunque yo no dejara que se hiciera visible mi alegría, me sentí de ese modo tonto y cursi con solo verlo aparece.
Intenté no mirarlo porque me fastidiaba la forma como mi cuerpo temblaba y se emocionaba cuando él estaba cerca. Habían pasado 5 semanas desde que tuvimos sexo por primera vez y aunque la idea no le agradaba, Marcello había aceptado no divulgar que estábamos saliendo, de verdad no quería a mis amigas preguntando si éramos novios o que tan bueno era follando, no quería hablar de él con nadie porque tendría que admitir que para mí era especial.
En el único caso que me gustaría decirlo en voz alta era cuando Sara o cualquier otra mujer se acercaba a él, pero claro, Marcello había cumplido su palabra y no dejó que Sara lo tocará o se le acercara demasiado, algo que sin duda me hizo feliz.
Desde donde estaba giró hacia mí y sonrío de lado al verme. La felicidad crecía en mi interior cada vez que cruzábamos mirandas en medio de la gente, cada vez que él me encontraba y yo me sentía feliz de que sus sonrisas fuesen mías.
Mi móvil vibró y lo tomé de la mesa, tuve que morderme los labios para no sonreír al ver que me había enviado un mensaje.
M. B
Salir de clases y verte es maravilloso...
Tus fans deben pensar lo mismo respecto a ti...
En este momento solo te veo a ti
Por tu bien, espero que así sea...
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Demente Amor - Los Baccherelli
Novela JuvenilSophia creció en un hogar lleno de gritos y maltratos, un hogar que distorsionó la palabra amor en su corazón y la hizo saber que en un mundo en guerra, las niñas ya no deben esperar por un príncipe. De carácter fuerte, decidida y segura de lo que...