Capítulo 11

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Las noches son largas y el silencio termina trayendo a tu memoria los gritos que no quisiera recordar. Mamá llorando, suplicando que no la golpee más, papá quizá con una correa, con sus manos o con los pies, pero siempre golpeándola.

Lo amaba, amaba a mi padre como cualquier niña, él solía llegar a casa después de intentar aprender a llevar el control de la empresa y me tomaba en sus manos, me subía a su cuello y mamá corría hacia él. Le besaba los labios y él nos llenaba de amor. Acariciaba el vientre de mamá, éramos la familia más feliz de todas. Todo parecía perfecto, mamá trabajaba en el hospital y era feliz cuando llegaba a casa, pero todo empezó con las visitas de tía Fabiana.

Era prima de papá, crecieron juntos, eran de la misma edad. Ella se había casado antes que él pero siempre mostraba tanto amor a papá. Yo solía verlos como hermanos, solía alegrarme cuando llegaba pero ella me miraba mal, lamentaba que me pareciera tanto a mamá, papá decía que yo era hermosa. Ella me decía que me fuera a jugar para que ellos pudieran conversar... conversar.

¿Sophia? —cerré los ojos y alejé esos recuerdos de mi memoria cuando oí la voz de Patricia — ¿Estás bien?—solo asentí y ella se sentó a mi lado— Alessandro llamó —giré los ojos— Quería saber si estabas conmigo... dice que vendrá por ti...

Está bien...

¿Qué sucede? ¿Por qué él y Raffaelle están tan preocupados por ti? —me encogí de hombros— Creo que ha pasado algo que no me has contado...

No ha pasado nada... se les ha dado por ser sobre protectores.

No me creía, lo sabía pero ella nunca hacia más preguntas de lo necesario, ella hacia silencio y solo estaba allí conmigo, llenando mi soledad sin estorbar.

¿Sabes que escuché?—solo negué porque realmente no me interesaba los últimos chismes de nuestra puta sociedad— Fue cumpleaños de Augusto, todos estuvieron allí... dicen que Marcello se embriagó —intenté que mi corazón no se acelerara pero fracasé—La zorra de Sara lo quiso llevar con ella pero en el estacionamiento... ¿Sabes lo que él le dijo?

Me puse de pie y me apoyé de la baranda de su balcón. No quería saber, quería decirle que no me contara nada. Desde hace seis semanas todo el mundo hablaba de Sara y su interés en Marcello y yo los odiaba porque sabía que en cualquier momento me dirán que están juntos y moriría de tristeza.

Él le dijo que tomaría un taxi, ella insistió en llevarlo pero él le dijo que no... le dijo que se alejara de él porque mientras ella esté cerca y tú seguirías alejada ¿Qué? Giré a mirar a Patricia y esta sonrió encantada— ella insistió pero él volvió a hablarle en voz alta... ¡Delante de toooodos!—Patty era feliz mientras me reproducía el momento— Le dijo: no te quiero a ti, ni a ninguna otra... Quiero a Sophia... necesito a Sophia.

¿Quién te lo contó?

Todos hablaban de eso hoy... Sara no apareció en la universidad —no hice comentario alguno porque sabía que ella iba a exagerar cualquier cosa que dijera— ¡Te lo dije! Marcello está muy interesado en ti, pero tú eres tan exigente... él es tan guapo, tan educado... puff ya quisiera yo tener a alguien así...

El auto de mi hermano pareció y me sentí infinitamente agradecida, no solo porque hubiera llegado por mí, sino porque Patricia había puesto todo su interés en él. Alessandro bajó del auto vistiendo uno de esos trajes que usaba con más frecuencia y ella dejó de respirar.

Demente Amor - Los BaccherelliWhere stories live. Discover now