Demente Amor - Los Baccherelli

Capítulo 42

Mi vestido de novia se mueve con el viento, es largo, blanco y lleno de diamantes que brillan a la luz. Yo giro y giro mientras mi corona decora mi cabello dorado. Me siento feliz, me siento como una princesa.

—     ¿So...?

Dejo de dar vueltas cuando mami me llama. La miro y ella sonríe, mami también está vestida de blanco pero no es tan largo como el mío. Ella no tiene una corona pero es la princesa más hermosa que he visto antes.

Mami camina hasta donde estoy y se arrodilla para acomodar mi corona.

—     ¿Quién te ha dado esto? —Me pregunta mirando las piedras que brillan en mi corona.

—     La abuela, papi me lo ha puesto... ¿Te gusta?

Escucho los pasos de papá y mami se gira. Entonces mi corazón se agita porque mi papi está vestido de traje y parece un príncipe de esos que salen en las películas. Mi hermanito está vestido de blanco también y sonríe al vernos, ambos sonríen y papi mira a Ale.

—     ¿Acaso has visto a unas chicas más lindas que ellas? —le pregunta papi a mi hermano, él niega— No, no existe... ellas son las más hermosas del mundo.

Mami sonríe y toma mi mano, nos acercamos y papi la besa. Mami lo abraza y luego lo mira con tanto amor, el mismo amor con el que él la observa, le acomoda el cabello y besa su mejilla.

—     Te amo —susurra papi, mami sonríe— Todo estará bien —promete.

—     Lo estará, vas a estar bien... todos estaremos bien.

Mami toma a Ale y papi se inclina hacia mí. mi corazón es feliz mientras me mira, mientras me hace sentir a salvo, segura y feliz. Sé que mientras él esté con nosotros nada nos pasará, nada nos hará daño porque él es un príncipe y los príncipes son valientes y cuidan a las princesas como mami y yo.

—     Pareces una princesa —yo sonrío orgullosa de serlo.

—     Y tú pareces un príncipe —le beso la nariz y lo abrazo— Cuando sea grande me casaré con un príncipe que me cuide y me proteja como tú lo haces con mami...

Papi me abraza fuerte y me levanta en sus brazos, pasa un tiempo muy largo y cuando me mira me doy cuenta que está llorando. Limpio sus mejillas y él me sonríe.

—     Cuando seas grande te casarás con quien tú quieras —asegura papi— pero no necesitarás que nadie cuide de ti porque tú serás fuerte, serás valiente y el hombre que se gane tu amor será el más feliz del mundo —yo sonrío porque lo seré, si papi dice que seré fuerte y valiente entonces lo seré— Ojalá encuentres a alguien muy diferente a mí.

—     ¿Por qué? —pregunto sin entender. Mami se acerca y le acaricia el cabello a papá.

—     Lo que papi quiere decir es que no tiene que ser como él, quizá encuentres a alguien que no sea como él pero que también será bueno y te hará feliz.—mami besa la frente de papá y este sonríe, mami vuelve a mirarme— eres una princesa, Sophia, pero hay princesas diferentes, de esas que saben luchar, saben defenderse y no siempre necesitan que los príncipes lo hagan...

—     ¿No?

—     No... hay princesas valientes que siempre luchan por lo que quieren y tú tienes que ser como ellas.