¿Vivir de desahogos la hace una mujer mejor?

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Para muchas mujeres el acto de reclamar forma parte de la cotidianidad. Sin embargo, no todas saben los impactos negativos que la crítica y la ingratitud pueden generar. De acuerdo con el psicólogo y terapeuta Jorge Jukosky, reclamar es perjudicial para nuestro desarrollo personal porque nos impide valorar nuestro presente.

Él afirma que la tendencia social es dramatizar, es traducir los dolores emocionales en reclamos o en una postura defensiva. “Los estímulos sociales son diversos y muchas personas que sufrieron pérdidas tienden a dramatizar sin percibirlo”.

Vamos a citar un ejemplo. Una mujer que se quedó desempleada sin poder pagar las cuentas, después consigue un empleo, pero, al sentirse improductiva, empieza a reclamar del ambiente de trabajo, del jefe, de los colegas, olvidando las dificultades financieras del pasado, cuando estaba desempleada. Ella no recuerda cómo este empleo la ayudó con sus conquistas presentes y que, en vez de reclamar, podría trazar estrategias para mejorar su productividad.

¿La historia es familiar?

Según Jukosky, el comportamiento es inconsciente. Estamos acostumbrados a guardar las buenas experiencias, pero somos emocionalmente reactivos a los malos recuerdos, por eso olvidamos mirar nuestras pequeñas conquistas. “Recordar cosas malas saca a la luz diversas emociones. Tenemos que tener cuidado para no relacionarlas al presente”.

La falta de ánimo sumada a la falta de gratitud pueden arruinar la evolución personal de la mujer. “Ellas pierden la capacidad de animarse y permanecer en malas situaciones creyendo que no son merecedoras de algo mejor”, explica. Proseguir en esa conducta sin hacer una autoevaluación también puede aumentar nuestras oportunidades de fracasar nuevamente.

Sociedad

Para Jukosky, la ingratitud tiene raíces sociales y culturales, ya que desde niños aprendemos a agradecer cuándo estamos felices y a dramatizar en momentos de dificultad. Esa ingratitud genera las enfermedades de la modernidad: ansiedad, estrés y depresión. Las personas permanecen lejos de su presente, ansiosas por el futuro y lamentándose por el pasado.

Jukosky destaca que la mujer necesita entender que es única y que necesita ejercitar esa individualidad con el autoconocimiento y la autoconfianza. “Necesitamos, en el ámbito profesional, hacer lo que nos gusta y también optar por relaciones y amistades que nos enriquezcan, evitando comparaciones”.

Usted puede ver un vaso con agua por la mitad como medio lleno o medio vacío. Eso dependerá de cómo mire la vida. Si tenemos certeza de que invertimos en algo que vale la pena, nuestro vaso estará medio lleno, pero si estamos aceptando una mala situación, sin hacer nada para cambiarla, nuestro vaso siempre estará medio vacío. Entonces, es necesario cambiar nuestra visión de forma objetiva: o le ponemos un fin a lo que está mal o trabajamos para el cambio.

Tomado del blog Universal México.

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