Carta para DIOS

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Muchas personas viven en una completa soledad y, en muchos casos, no es por falta de tener a alguien al lado, sino porque la usan como refugio para ocultar sus problemas, complejos y desilusiones.

Son personas que están tan heridas internamente que no pueden sacar afuera lo que pasa dentro de ellas. Probablemente por el hecho de que en las pocas veces que intentaron hacerlo, no fueron comprendidas, sino que en su lugar, fueron criticadas duramente.

Y, para protegerse, acabaron cerrándose en su propio mundo lleno de dolor e incertidumbres.

Tal vez usted sea una de esas personas. Su corazón está cerrado debido a los malos sentimientos, miedos, traumas y conflictos internos que lleva dentro de sí y no tiene el valor de contárselo a nadie.

Son situaciones tan personales y sentimientos tan íntimos, que usted busca guardarlos bajo siete llaves dentro de sí al punto de, muchas veces, hasta fingir que no existen. Si fuera posible las escondería de sí misma, ¿no es verdad?

Pero sepa que existe Alguien en quien puede confiar y abrirle su corazón. Pues, Él le conoce y sabe lo que pasa dentro de usted y, ciertamente, no se reirá de sus sentimientos, ni tampoco los expondrá. Al contrario, le mostrará el camino para superar cada trauma, cada complejo y cada miedo que le ha impedido avanzar y ser feliz.

Este Alguien es Dios. Él es el Único que nos comprende por completo y nos oye sin juzgar y puede arrancar ese dolor de su pecho, restaurar su paz y su autoestima.

“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” (Mateo 6:6).

¿Qué tal contarle a Él todo eso que le está consumiendo por dentro?

Escríbale una carta a Dios, contando todo lo que nunca tuvo el coraje de contarle a nadie y, por eso, lo ha mantenido en secreto en su corazón: frustraciones, rencores, tristezas, abusos, traiciones, mentiras, en fin, todos sus problemas más íntimos.

El contenido de la carta nadie lo sabrá, excepto usted y Dios, pero su transformación interior y su felicidad en todos los aspectos, seguramente, todos, pronto lo verán. Crea en eso.

Tomado del blog Universal México.

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