Testimonio 4

103 8 0
                                    

Alfonso

Mi hijo tomaba, pero de un tiempo para acá lo hacía diario. Salía a las 5 a. m. y regresaba hasta la tarde del otro día. No acepté verlo así y todos los viernes oré con su prenda de vestir. De repente y como resultado de mi fe, mi hijo dejó el alcohol y además consiguió un excelente trabajo. Dios escucha las súplicas de quien se acerca a Él, nada es imposible cuando se usa la fe. Ahora, él está libre de los vicios y todo gracias al propósito que se ha realizado los viernes en el Centro de Ayuda Universal”.

Tomado del blog Universal México.

Cerca de DIOS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora