La importancia del ESPÍRITU SANTO

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Mas buscad primeramente el reino de Dios y Su justicia, y to­das estas cosas os serán añadidas” (Ma­teo 6:33).

¿Alguna vez te has sentido utilizado? ¿Qué sentirías si en una relación en lugar de entrega al final te enteras que solo fuiste un peldaño en la escalera de quien alguna vez dijo que te amaba?

Justamente, el obispo Edir Macedo, mientras veía una escena de la serie Jesús transmitida en Brasil, explicó que muchas personas con sus actitudes ha­cen sentir a Dios como si fuera cualquier cosa. En el fragmento elegido de la serie, el Señor Jesús conversa con una mujer samaritana. Posteriormente, el obispo Macedo explicó que aquella mujer sa­maritana era una persona religiosa, que conocía la Palabra de Dios, pero aún no había bebido el Agua Viva que el Señor Jesús le podría dar. “El Espíritu Santo es Jesús en la Tierra, y quien no aprovecha para recibirlo, difícilmente mantendrá la fe en Él antes del arrebatamiento”, co­mentó.

Para el obispo Macedo, el motivo de un cambio tan rápido se da justamente por la entrega sincera de la gente hacia Dios. “Muchas personas quieren recibir el Es­píritu Santo, dicen que ya hicieron de todo, pero no le entregaron su vida a Él. Para que usted llegue al fondo del pozo y beba el Agua de la Vida, tiene que bajar del pedestal, inmediatamente, Dios ven­drá sobre usted”, orientó.

Para ejemplificar, él citó las enseñanzas de Jesús, descritos en el libro de Mateo 6:33.

“Las personas quieren hacerlo a su ma­nera, justamente lo opuesto de lo que Jesús dijo. Ellas vienen a la iglesia con el enfoque de buscar ‘las cosas que serán añadidas’ y eso es un insulto para Dios. Con ese pensamiento opuesto al de Dios no van hacia adelante”, alertó.

“El Espíritu Santo es Jesús en el mun­do. Así como Él caminaba con Sus dis­cípulos y tenía un cuerpo, hoy Él quiere usar nuestro propio cuerpo para andar con nosotros. Él quiere que seamos Su habitación. Tal vez, dentro de ti hay un agujero, un vacío y no sabes qué hacer porque este agujero tiene forma de Dios y solo Él puede llenarlo. Cualquier cosa que intentes poner ahí no quedará pues es justo de la medida de Su Espíritu”, fi­nalizó el obispo.

Trata al Señor Jesús como te gustaría que te trataran a ti, no lo dejes en segun­do plano, dale la importancia debida, el lugar que se merece y ese versículo será una realidad, pues todas las áreas de tu vida estarán cubiertas.

Tomado del blog Universal México.

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