¿Orgulloso, yo?

159 18 3
                                    

Cuando el asunto es orgullo, todo el mundo se vuelve humilde. Por alguna razón, orgulloso se volvió sinónimo de gente mala. Sólo tienes que estar en una pelea y llamar a la otra persona de orgullosa y usted verá sólo cómo reacciona.

La verdad es que el orgullo está ligado directamente e indirectamente a todo tipo de pecado, incluso a los tan ordinarios malos ojos. Es como si cada pecado tuviera la misma raíz: el orgullo.

¿Ha notado que el orgullo es fácilmente herido? Sólo alguien no está de acuerdo con usted que esto se hace suficiente para que la criatura entrar en su lista de enemigos o de "personas que no simpatiza".

La humildad es muy diferente, ella une a las personas, sea quien sea, hasta las más diferentes del mundo. La cultura, la creación, la jefatura, o incluso en quién va a votar a presidente el 28 de octubre, ninguna de esas diferencias afecta a esa unión.

Mientras que muchas personas quieren ser honrados y respetados, sin importar el costo, la Biblia dice que "antes de la honra es el abatimiento." Proverbios 15:33

Es decir, para ti conquistar el respeto y el honor, primero tienes que ser humilde.

Humilde para aceptar que no todo el mundo piensa como tú.

Humilde para reconocer que usted no sabe de todo y ni mucho menos tiene todas las respuestas.

Humilde para pedir perdón.

Humilde para unirse en lugar de aislarse.

Humilde para acercarse en vez de distanciarse.

Humilde para callarse en vez de rebatir.

Es por eso que, para ser humilde, usted necesita esforzarse, bien diferente del orgullo, que es siempre el primero en presentarse. Él está en nuestras venas, vino con aquella fruta que Eva comió y le dio a Adán para comer también. El orgullo es sinónimo de pecado, y sinónimo de muerte.

A través del orgullo muchas amistades, bodas y hasta la relación con Dios ha sido destruido. Cuidar. El orgullo no es hermoso y merece ser herido sí, todos los días de nuestra vida.

En la fe.

Tomado del blog de Cristiane Cardoso.

Cerca de DIOS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora