Los dos tipos de admiración del SEÑOR JESÚS

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“Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombradode la incredulidad de ellos…” (Marcos 6:5-6).

Así como el Señor Jesús se asombró con los habitantes de Nazareth por su poca capacidad de creer, muchas personas lo sorprenden negativamente.

Al tener falta de reacción ante los problemas y no usar la fe para vencerlos, muchos matrimonios se desaniman cuando les dan un “no” por respuesta, se dan por vencidos muy fácil, se entristecen, se caen, se desaniman, se olvidan del pacto que hicieron con Dios y lo dejan de buscar, se niegan a luchar y la duda los invade.

De igual forma, los solteros con sus actitudes Lo sorprenden porque en lugar de resolver su situación no se valoran, se van a vivir en unión libre con el primero que pasa o porque son maltratados.

Pero, entonces ¿se puede sorprender a Jesús positivamente? Lucas 7:9 nos enseña que sí: “Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la gente que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe”.

En un matrimonio aplica en aquella esposa que lucha por su marido. Quien no fallará ni con todas las adversidades encima. Ella vence y se gana la admiración del Señor Jesús. Aunque el esposo no haya cambiado, ella lo visualiza transformado.

Los solteros también pueden asombrarlo para bien cuando no se dejan influenciar por la soledad ni por la ansiedad. Se preparan porque saben que para amar, primero necesitan amarse ellos mismos; entienden que si quieren ser felices necesitan serlo en lo espiritual para que su vida amorosa funcione a la perfección.

Tomado del blog Universal México.

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