Muchos no saben que cargan en sus vidas una maldición que se hereda de padres a hijos. La familia muere o padece una misma enfermedad, los vicios se hacen presentes en cada generación o si los abuelos y los padres se divorciaron, los hijos también. En realidad, este problema que castiga a las personas tiene que ser combatido espiritualmente a través del poder de la fe.
Sin embargo, ¿cómo puede realizarse esta lucha? La Biblia tiene cientos de ejemplos y uno de estos es el siguiente: “Y edificó allí David un altar al Señor, y sacrificó holocaustos y ofrendas de paz; y el Señor oyó las súplicas de la tierra, y cesó la plaga en Israel” (2 Samuel 24:25).
La clave está en el sacrificio, es decir, depender totalmente de Dios. David, el rey de Israel, también estaba siendo castigado por medio de su familia, su pueblo. Pero reconoció que aquella maldición solo podía ser eliminada en el Altar del sacrificio al obedecer la Palabra de Dios al 100 por ciento. Si esa dependencia solo es al 30 por ciento, quiere decir que el resto de tu vida aún está maldecida.
Quien se entrega al Señor Jesús en su totalidad, encuentra la paz. Tienes la oportunidad de romper esa maldición no solo por tu bien, sino también por tus seres queridos.
Tomado del blog Universal México.
ESTÁS LEYENDO
Cerca de DIOS ©
Espiritual¿Quieres escuchar la voz de DIOS? Lee los diferentes temas que te ayudarán a acercarte al DIOS ALTÍSIMO, como está escrito: «Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro...