Capitulo 15

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DIANA

No podía apartar de mi mente los gritos de dolor de Malena cuando cortaron su dedito. Conduje en piloto automático por las calles de Cartagena, sabiendo que soy la culpable del dolor de esa pequeña.

Me sentía como la mierda.

Subí a mi apartamento. Eran las tres de la madrugada y no había nadie por los pasillos ni en el ascensor. Metí la llave en la cerradura, pero solo tuve que dar una vuelta para que se abriera. Alguien había abierto antes, porque no estaba asegurada. Saqué mi arma del bolso, le quite el seguro lo más silenciosamente que pude y abrí la puerta muy lentamente, apuntando al frente, como aprendí en la escuela.

La tenue luz amarilla de la lámpara de la sala estaba encendida y una figura reposaba entre las sombras, sentado en uno de los asientos junto al sofá.

-Diana-. La voz de Camilo detuvo los frenéticos latidos de mi corazón. Respire profundo y lleve la mano a la pared para encender los focos.

Camilo se puso de pie. Portaba el uniforme y estaba hecho una piltrafa. Tenía mugre por todas partes, pero no parecía estar herido, solo se veía cansado. En ese momento recordé que fue él quien no hizo caso de mis suplicas para detener el operativo. Me fui con todo contra él.

-¿Porque Camilo, porque?-. Le grite mientras lo golpeaba con mis puños en su pecho.

-¿Porque no me hiciste caso?. Ahora ella está herida-. Seguí golpeándolo hasta que sus manos atraparon mis muñecas.

-Cálmate Diana-. Masculló entre dientes.

Forcejee con él en vano. Es mucho más grande y pesado que yo. Me sentí impotente y solo pude dejar salir eso que había estado conteniendo. Me eche a llorar con todas mis fuerzas, sentada en el sofá y con mi rostro hundido entre las manos.

Camilo dejó que me desahogara, luego me relato lo sucedido. No puedo creer que diera la orden de disparar a matar a Dante, pero no podía decírselo en voz alta. Así que solo le dije lo que había pasado con Malena.

-Estas muy dolida por lo de la niña. ¿Estás segura que no te has involucrado, Diana?-. Me pregunto con voz impasible.

-¿Que?. No. Pero... es una niña, Camilo. Es... solo una niñita inocente-. Dije con voz entrecortada.

Su mirada me dijo que no me creía en absoluto.

-Se quien la tiene-. Anuncio dejándome de piedra.

Saco un fajo de fotografías del interior del bolsillo de su chaqueta y empezó a pasar una a una las fotos que tomó antes del operativo. En una de ellas vi a Dante y a Bayron, pero llevaban gorras y chalecos rojos, además de lentes oscuros, nunca serviría de prueba ante ningún juez. Me sentí extraña por el alivio que me producía saberlo.

¿Que está pasando conmigo?. ¿Se supone que estoy del lado de la ley y ahora me alegra que no tengan nada contra Dante?. Creo que estoy perdiendo la cabeza.

-Aquí, mira-. Dejó una fotografía sobre la mesa frente al sofá.

-Este hombre estaba en una camioneta a un lado de la casa. Creo que puede ser quien tenía la la niña-. Mire la fotografía atentamente. Es Derek.

-¿Lo conoces?-. Me pregunto evaluando mi rostro.

Camilo no estaba ahí para ayudarme a recuperar a Malena. Esta ahí para sacarme información.

Hice un esfuerzo en no pestañear.

-No. ¿Quien es?-. Puse en práctica todas las tácticas que aprendí en la escuela. Yo era la mejor de la clase e iba a sacar un diez en esta prueba.

Los De Luca: El Alter EgoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora