Capitulo 19

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DANTE

-Juan Esteban-. Dije en voz alta.

No lo podía creer.

La noticia nos empañó la celebración de la muerte de Reyes. Yo hubiera optado por una muerte un poco más sentida y sangrienta, no al estilo Fabrizio, pero si me hubiera gustado que el malnacido que maltrato a mi hermanita sufriera un poco. Pero papá es un hombre práctico, para él que esté muerto y haberlo presenciado es más que suficiente.

Lo malo es que ahora Carmina será la que sufra. Nunca me gusto su novio, pero de ahí a que esté traficando y que haya querido dañarle los negocios a papá, eso si nunca lo vi venir. Lo teníamos bien investigado, ¿cómo fue que se nos pasó esto?. Ahora, ¿está utilizando a mi hermana para sacar información del negocio?, eso está por verse.

-Lo se-. Me apunto papá con su dedo indice.

-Ni una palabra de esto a tu hermana. No hasta que tengamos toda la información-. Luego le apuntó a mamá.

-¿Entendido?-. Abrió mucho los ojos al preguntarle y ella asintió.

-Dios... Carmina...-. Susurro mamá.

-Demos Gracias de que no halla estado aquí, Rebeca-. La cara de papá dijo que sabía exactamente la magnitud del berrinche que hubiera armado mi hermanita.

-Debe estar con ese infeliz. Pobre mi niña, se le va a romper el corazón-. Aseguró mamá con cara de tragedia anticipada.

Si, ella está muy enamorada del infeliz y la va a pasar muy mal cuando lo sepa.

-Necesito que averigües todo de Juan Esteban. Si va al baño, quiero saberlo. En especial si va al baño con tu hermana. ¿Entendiste?-. Me dio esa mirada que dice "no me falles". Como si algún día lo hubiera hecho.

-Si señor-. Me dispuse a salir.

-Ah, y Dante-. Me detuve y volteé a verlo. Tenía una sonrisa socarrona que muy pocas veces le veo.

-Si es necesario utiliza a esta chica nueva... Luna...-. Meneo su mano con desdén. Sentí que un cubo de hielos cayó sobre mi cabeza y la sangre abandonó mi cara.

-...es una mujer después de todo, ¿no?, que sea de utilidad-. Solté el aire como si me hubieran dado un golpe fuerte en el estómago.

Me llene de furia.

Lo mato.

Le borro esa sonrisa de...

Mamá se aclaró la garganta, también sonriendo. Arrugue el ceño. ¿De que se ríe?. Volví a mirar a papá, esta vez su sonrisa parecía sincera.

-Dante. No te estoy diciendo que le pidas a la mujer de la que estás enamorado que se acueste con otro...-. Mi mandíbula cayó al suelo. Ahora el que abría los ojos como platos era yo.

-...solo te pido que utilices la cercanía que tiene con tu hermana a nuestro favor-.

Yo me quede en la palabra "enamorado".

-¿Que dices papá?-. Me burlé.

-Yo no estoy enamorado de Luna-. Seguí riendo y meneando la cabeza, incrédulo de lo que había escuchado.

-Claro y el que solo hallas escuchado esa parte no prueba nada-. Me respondió sarcásticamente.

Me fui pensativo de la oficina de papá. Él es un hombre astuto, no da puntada sin dedal... Santo cielo... lo que dijo de Luna fue para probarme y yo acabo de caer como si fuera un crío.

Los De Luca: El Alter EgoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora