~Follow you~ {GoldxFreddy Goldred} T2 (Finalizada)

Cap 30

P.O.V Caterine

Hace unas horas que ha amanecido.

Me estiro entre un bostezo mientras me coloco las zapatillas de casa. Me levanto del colchón y frente al espejo empiezo a cepillar mi cabello para desenredarlo.

Una vez hecho todo esto decido bajar por las escaleras hacia el salón. Cuando llego a este veo a través de la puerta de la cocina a Hank, que se encuentra de espaldas haciendo algo.

Me acerco un poco y nada más entrar en la cocina un delicioso olor invade mis fosas nasales.

—Mmmm... —tarareo para expresar que me agrada el olor. Me acerco por detrás de él para ver que hace, debo ponerme un poco de puntillas para que mi barbilla llegue a posarse en su hombro .— ¿Qué cocinas?

—Tortitas —responde entre una leve sonrisa. Yo miro como las hace en la sartén, volteandolas de vez en cuando en el aire.

—Mmmm... —vuelvo a tararear, esta vez cierro los ojos y sonrío, además del delicioso aroma de las tortitas, puedo sentir el olor corporal de Hank, no sé exactamente como describirlo... Solo sé que tiene un olor que le diferencia del resto.

Acaricio su espalda con cariño y lentamente bajo por su cadera. Hank se tensa, yo entreabro uno de mis ojos para ver su expresión... Sus mejillas están rojas.

Acabo acariciando su trasero, él se estremece.

— S-Se supone que estamos empezando de nuevo —me recuerda. Yo me separo de él entre una sonrisa satisfactoria.

—Lo siento... Se me resbaló la mano —me escuso guiñándole un ojo, él sonríe.

Me siento en la mesa y suspiro.

—¿Beatriz no ha respondido ninguna llamada cierto? —Hank niega empezando a servir las tortitas en la mesa junto a unos platos, tenedores, sirope de chocolate y nata.

Yo sonrío empezando a echar sirope por mi tortita.

—Tan golosa... No cambias ¿eh? —comenta Hank entre una sonrisa llena de ternura. Yo asiento.

—Sabes que adoro lo dulce, por eso me enamoré de ti —respondo. En ese instante Hank parece avergonzarse, baja la mirada mientras vuelve a sonreír.

Lo veo con ternura. Acaricio su mejilla delicadamente.

—No te pongas tan rojo amor —pido, realmente Hank se avergüenza mucho cuando le halagan.

— L-Lo siento... —murmura. Yo aparto mi mano de su mejilla para empezar a comer la deliciosa tortita.

—Mmmm... Delicioso, Dios extrañé demasiado tu comida —comento disfrutando de ese pedacito de cielo que saboreaba.

Beatríz cocina genial, y ella enseñaba de pequeño a Hank... Que mejoró muchísimo y sin duda superó a su hermana.

—Me alegra que te guste tanto —susurró de nuevo avergonzado .— Es un alivio pensar que al menos algo hago bien...

Es tierno ver como ahora más que antes se sonroja ante cualquier halago. Se nota que hacía mucho que alguien lo halagaba desde que yo me fui.

También puede ser por su actual baja autoestima.

—Haces muchas cosas bien Hank... Eres genial —le corrigo. Él me mira sorprendido.

—Caterine...

—¿Sí?

—Te amo —afirma elevando la mirada y cruzándola con la mía. Yo lo miro conmovida.