~Follow you~ {GoldxFreddy Goldred} T2 (Finalizada)

Cap 11

Antes de empezar quería daros las gracias por vuestra comprensión sobre mi pequeño descanso... No sé que haría sin vuestro amor 💗.

Aunque no me encuentro muy bien he decidido al menos tratar de seguir escribiendo... Perdonen si baja la calidad de escritura o los horarios cambian o yo que sé bbs :'(

P.O.V Hank

Era otro día duro. Uno de esos en los que tenía un poco de ansiedad, aunque era algo medianamente normal desde que he estado dejando el tabaco, drogas y alcohol.

Aún así me encontraba horrible, no me sentía tranquilo con nada, tenía ganas de arrancarme el pelo o morderme las uñas. Me estaba reprimiendo, pero realmente me siento algo ahogado.

¿Y si nunca cambio?

¿Y si vuelvo a hacerle daño a mi hijo?

Esas preguntas están constantemente por mi mente, es como un recordatorio de la escoria que soy. A pesar que no dejo de odiarme Fred me ha dado otra oportunidad.

Trago saliva, siento un nudo en la garganta.

Empiezo a rascarme uno de mis brazos, estoy demasiado nervioso, necesito calmarme.

Suspiro y me levanto para prepararme una tila, aunque sea un débil e inútil debo ser fuerte por una vez en mi vida.

Escucho mi celular sonar, lo tomo y veo que es mi hermana. Cojo la llamada de inmediato y me llevo el teléfono a la oreja mientras la tila se calienta en el microondas.

—¿Sí? —pregunto.

~¡Hola! ~saludó alegremente la fémina .~ ¿Qué tal te encuentras? ¿Cómo vas con la rehabilitación?

—Bien... —Desde mi intento de suicidio, Beatríz es mucho más atenta y cariñosa conmigo.

Soy consciente de que en mi estado anterior, cuando consumía todas esas mierdas, era normal que no me hablara ya que yo era agresivo e incluso peligroso.

Aunque lo que sí me llega a molestar es que solo se tomara en serio mi depresión después de ver que casi acabo con mi vida.

~Fred me comentó que quiere ir a verte mañana, ¿está bien?

—Claro —respondí entre una leve sonrisa .— Nada me haría más feliz que tenerlo aquí...

~¡Por cierto! Estuve mirando lo de la mascota y una compañera de trabajo me comentó que su gata tuvo crías, por si quieres una ~comentó risueña.

—Oh claro, siempre y cuando no necesiten demasiados cuidados estará bien

~Hay dos negros y tres blancos con manchas negras, ¿cuál prefieres? ~Saqué la tila del microondas y me apoyé en la pared con el vaso entre mis manos.

—Uno negro está bien —respondí. Negro como el cabello de mi hijo, sin duda es la mejor opción.

~Ok, te seguiré comentando al respecto, en unos días creo que lo podrás tener... Ya poseen suficiente edad como para separarlos de la madre ~asentí.

El timbre sonó, empecé a caminar hacia la puerta mientras bebía pequeños sorbos de la tila.

—Espera, han llamado a la puerta —informé antes de abrirla.

En ese instante mi vaso se resbaló por mis dedos cayendo contra el suelo.

...