Capítulo Veinticuatro

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Tras oír el timbre sonar, el mayor fue a atender encontrándose a un chico bastante nervioso detrás de la puerta.

—Buenas tardes señor Park ¿Se encuentra Katheryn?

—Volvemos a las andadas Jackson —dijo el mayor—, ya no son niños y espero que no decidan hacer cosas que los niños no deberían hacer.

Las mejillas del chico de coloraron al instante.

—Cariño, deja al pobre chico en paz, no lo asustes —dijo la madre de Katheryn llegando con ellos.

En ese momento Katheryn apareció detrás de ellos con su bolso y una tierna sonrisa en su rostro.

—Mamá, papá ya me voy.

—Diviertanse —dijo su madre.

—No la traigas muy noche Jackson —pidió su padre.

—Cuidaré muy bien de ella —aseguró el chico.

Katheryn tomó el brazo de Jackson y lo jaló para terminar con aquel momento incómodo.

—Bien, ¿Qué tienes planeado para hoy?

—Ven conmigo —con una sonrisa la guió hasta dar vuelta en la primera esquina—. Te presento a... Bueno, realmente no tiene nombre. Llámalo cómo quieras.

—¿Un auto? —inquirió Katheryn— ¿Y tu motocicleta?

—Mis padres no quisieron levantarme el castigo y después de la última vez, tuve que recurrir a pedir que me dejaran sacarlo.

—¿Y es de tus padres?

—Sube, te contaré.

Katheryn subió del lado del copiloto, Jackson demoró un poco en subir. Una vez dentro, encendió el motor y comenzaron a andar.

—La Navidad pasada mis abuelos me dieron de regalo la motocicleta —comenzó a decir—, la amé desde el primer momento y no me despegaba de ella pero mis padres dijeron que no era seguro viajar en ella, fue entonces que en mi cumpleaños mis padres me compraron este auto con la esperanza de dejar la motocicleta, pero siendo sincero, no puedo hacerlo.

—¿A qué edad aprendiste a conducir? —preguntó Katheryn.

—Mis padres me hicieron tomar un curso, creyeron que así sería más fácil dejar la motocicleta por un auto.

—Ya veo. Oye por cierto, ¿Qué tanto tienes planeado para que lleguemos tarde? ¿Eh?

—No es tan tarde, prometí traerte temprano, iremos al cine como quedamos.

—¿Seguro?

—Sí, completamente.

El resto de camino transcurrió entre pláticas y chistes sin sentido por parte de Jackson, al cabo de unos minutos llegaron al centro comercial. Se dirigieron directamente al cine y se detuvieron frente a la cartelera buscando una nueva película.

—¿Terror? —sugirió Jackson.

—Soy muy sensible con eso —respondió Katheryn.

Things Of Love |Jackson Wang|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora