Things Of Love |Jackson Wang|

Capítulo Treinta y Nueve

**Advertencia. Contenido sensible y explícito. Se requiere discreción.**

—¿Entonces arreglaste las cosas con Katheryn? —preguntó Youngjae

—¡Sí! No sabes lo bien que me siento —exclamó Jackson entusiasmado—. Ella me quiere a mí, no a ese idiota.

—¿Qué hay de Ivette?

—Ahora no importa ella, sólo me interesa Katheryn, nada más.

—Vaya. Creí que no te volvería a ver así de imbécil por ella —se burló Youngjae—. Pero me alegra mucho que hayan resuelto todo esto, sabemos que era absurdo y no hacían más que hacerse daño.

—¡Lo sé, es fabuloso!

—¿Y entonces volvieron a ser novios?

Jackson borró su sonrisa y su ánimo pareció desaparecer luego de la pregunta de Youngjae.

—No realmente —respondió—. Ni siquiera lo mencionamos pero quiero creer que en cuanto se lo proponga ella aceptará.

Youngjae se acercó a su amigo y palmeó su espalda —Todo saldrá bien, Jackson. Estoy seguro.

El chico no pudo evitar sonreír y sentir las estúpidas mariposas en su estómago. También tenía por seguro que todo mejoraría entre él y Katheryn.

[•••]

Los próximos días fueron de los mejores para Katheryn. Había estado frecuentando demasiado a Jackson y éste no hacía más que mostrarse muy cariñoso y feliz con ella.

Saliendo de clase, Katheryn fue la última en abandonar el aula, prefería quedarse al final para no tener que atravesar los pasillos siendo aplastada por el resto de sus compañeros. Pasando por el aula de ciencias una mano sujetó su brazo y la metió a la misma cerrando la puerta enseguida.

—Jackson. Tú me vas a matar de un susto —regañó Katheryn luego de ver al castaño con una impecable sonrisa.

—Sí, yo también te extrañé —respondió el chico abrazándola por la cintura y atrayendola.

—Nos vimos esta mañana —dijo ella colocando sus manos alrededor de su cuello.

—No es suficiente, te necesito cada segundo del día para poder estar bien.

Ella rio sonrojandose por sus palabras y bajó la mirada. Jackson se inclinó un poco y capturó sus labios de una forma tan suave, casi como una caricia. Se separó apenas unos segundos y la besó esta vez más fuerte.

—De verdad te extrañé —murmuró él.

—Yo también —jadeó Katheryn y se pegó más a él.

Volvieron a unir sus labios pero se vieron interrumpidos por el timbre que indicaba el inicio de la siguiente clase. El chico se separó lo suficiente para sonreír satisfecho.

—Tenemos que volver a clase. ¿Nos vemos esta tarde?

Ella asintió —Llámame cuando estés libre.

—Hecho, tengo algo que mostrarte.

Se despidieron rápidamente, cada uno tomó sus cosas y abandonaron el aula en busca de su siguiente clase.

Jackson tenía planes para esa noche, pensaba decirle a Katheryn que había terminado con Ivette y que quería intentarlo de nuevo con ella. Lo había preparado muy bien, sólo faltaba que ella aceptara y estaba seguro de que sería así.