Things Of Love |Jackson Wang|

Capítulo Veintisiete

Sin saber qué hacer, Jackson cerró la puerta en la cara del pobre chico.

—¿Quién es? ¿Por qué cierras la puerta? —le preguntó Katheryn.

—Será mejor que salgamos por la parte de atrás, es más fácil —dijo enseguida él ignorando las preguntas que le había hecho.

Katheryn frunció el ceño e ignoró de igual manera su propuesta, se dirigió a la puerta y la abrió. Al instante el ceño fruncido desapareció y una sonrisa tomó su lugar.

—¿Katheryn? —cuestionó confundido el chico tras la puerta.

—¡Yugyeom! —exclamó Katheryn a modo de saludo.

—¿Qué haces aquí? Es decir, en la casa de Jackson.

Jackson intentó controlarse para evitar otro ataque de nervios.

—Olvidó ayer sus cosas en casa de Youngjae y no pudo entrar —explicó Jackson, pero Yugyeom parecía haber mal interpretado también las cosas—. ¡No pasó nada! —se apresuró a aclarar el chino— Estábamos por ir a casa de Youngjae.

La razón por la que Jackson se preocupó tanto por la llegada de Yugyeom fue por no querer lastimar los sentimientos de éste. Desde que Yugyeom le había dicho que gustaba de Katheryn, Jackson no quería que las cosas terminarán mal entre ellos. A él también le gustaba y sabía lo doloroso que sería, enterarse que ella había dormido con otro chico.

¿Qué podía hacer? Se sentía entre la espada y la pared. Por un lado estaba la chica que le gustaba y por el otro uno de sus mejores amigos.

—Amh bueno —dijo el menor con duda—. Me ofrecí a traer tus cosas porque necesito hablar contigo —se dirigió a Katheryn.

Ella se sorprendió al oírlo, no esperaba que él la buscara. Aunque fue un lindo gesto de su parte que le llevara sus cosas.

—¿En serio has traído mis cosas? —dijo emocionada.

—Sí, aquí están —respondió él, sacando de su mochila su chaqueta, llaves y teléfono.

—¡Gracias! —exclamó una alegre Katheryn recibiendo sus cosas. Con una sonrisa en el rostro tomó las llaves—. También gracias a tí Jackson, por todo —volvió la vista a Yugyeom y le cogió del brazo—. Vayamos a mi casa.

Con un leve gesto de mano, Katheryn se despidió de Jackson y se dirigió a toda prisa a su casa en compañía de Yugyeom.

Jackson los miró irse. La extraña sensación en su pecho le recordaba que no tenía derecho alguno sobre ella cómo quisiera. Y tendría que tragarse sus celos a como diera lugar.

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—¿Mi cuaderno? —preguntó Katheryn. Yugyeom asintió— ¿Para qué lo quieres? —preguntó extrañada.

—Sí, la última vez no pude verlo bien y me gustaría que me lo prestaras para ver las demás letras. Bueno, si tú quieres —explicó él con nerviosismo.

Katheryn lo pensó por un momento. Últimamente no había estado escribiendo en su cuaderno porque no tenía inspiración para nuevas canciones así que por ese lado no había problema pero, el dejarle su posesión más preciada le inquietaba de sobre manera. No es que no confiara en él, tampoco había sido capaz de prestar su cuaderno a nadie y eso la ponía en duda. ¿Debería prestárselo?

—¿Cuándo me lo devolverías? —cuestionó ella.

—Mañana, en cuanto te vea te lo devuelvo. Sólo quiero verlo más a detalle.