Capítulo Cuarenta y Cuatro

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Al terminar las clases Katheryn quiso evitar la conversación pendiente que tenía con Youngjae. Durante todo el día ella estuvo escondiéndose de él para que no le preguntara sobre lo que le estaba ocurriendo. Desafortunadamente no pudo ocultarse por mucho, el castaño ya la había interceptado y se dirigía a ella a toda prisa.

—¡Katheryn! —la llamó en cuánto ella le dio la espalda, pero él corrió para alcanzarla.

—Oh, Youngjae ¿qué tal? no te ví.

—Te llevaré a casa, tenemos que hablar.

Katheryn no se negó en ningún momento, tenía que hacer frente a ese problema, después de todo era algo que no podía evitar.

Ambos se dirigieron al auto del chico en completo silencio, realmente se sentía incómodo, había pasado tanto tiempo desde la última vez que hablaron como amigos, que no era lo mismo. Youngjae la notó tan mal que ya no le importó si era incómodo o no, él quería saber qué sucedía con ella.

—¿Has estado bien en estos días?

Ella asintió sin mirarlo.

—¿Y tú?

—También. Me preguntaba si no hay algo que quieras contarme, no lo sé alguna inquietud o...

—¿Por qué crees que tengo algo de lo que quiera hablar? —lo interrumpió ella enseguida.

—Bueno, dicen que cuando una persona se guarda sus problemas puede estar almacenando energía que no necesita y para sentirse mejor tiene que liberar todo aquello que le hace daño -explicó-. No quiero obligarte a que me cuentes, solo quiero que sepas que si algún día necesitas hablar, estaré para ti a cualquier hora ¿De acuerdo?

—Youngjae...

—Recuerda, siempre que quieras llorar mi hombro esperará para que puedas desahogarte.

Katheryn una vez más asintió sin saber qué decir. Quería contarle todo, explicarle lo que sucedió y llorar cuánto fuera necesario. Pero sería ridículo, ¿quién tomaría importancia de algo que ya pasó? Además, tampoco quería que Youngjae viera lo sucia que estaba. Así que guardó silencio y permaneció de esa forma el resto del camino, pensando si era buena idea decirle o no.

Al llegar a la casa de Katheryn, ella bajó del auto y antes de cerrar la puerta Youngjae la llamó.

—Katheryn, no me lo digas a mí si no quieres, pero tienes que contarlo a alguien. Te sentirás mejor.

—Gracias Jae —dijo ella y cerró.

La chica entró a su casa y esperó ver a su primo pero éste no estaba, su tía estaba en la cocina y se acercó a saludarla.

—¿Y Jinyoung?

—Dijo que saldría al centro, que tenía que arreglar algo importante. ¿Tienes hambre? Acabo de hacer algo para tu madre.

—Está bien, necesito ducharme.

No esperó respuesta de la mayor y se dirigió a su habitación, tenía mucho que pensar.

[•••]

En cuanto Youngjae llegó a su casa se dispuso a comer alguna fruta que encontró en el cesto de la cocina. No dejaba de pensar que algo andaba realmente mal con Katheryn ¿Pero por qué no se lo decía? ¿Qué tan grave podría ser?

Luego de unos minutos escuchó el timbre sonar, no esperaba a nadie, así que con desconcierto fue abrir.

—¿Jackson?

Things Of Love |Jackson Wang|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora