Capítulo Cuarenta

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Dylan no volvió a la habitación por el resto de la noche, Katheryn lloró por interminables horas lamentándose por no poder moverse. El cuerpo le dolía y se sentía bastante sucia, no podía volver a casa porque su blusa estaba ya rota y el suéter no le cubriría mucho, además temía encontrarse con Dylan fuera de la habitación y sentía que entraría en un ataque de pánico.

Apenas amaneció, el chico volvió a la habitación, ella fingió estar dormida no queriendo verlo y enfrentarse a él. Escuchó los pasos recorrer el lugar y después sintió que le lanzaban algo de ropa encima.

—Despierta —demandó serio Dylan—. Vístete y ve a casa. Tendrás visitas.

Katheryn levantó la cabeza y vió la ropa que él de había lanzado. No quería usarla pero era lo único que podía usar para volver a casa. Con timidez la tomó y cubrió su cuerpo lo más que pudo.

—Cómo si no te hubiera visto —se burló él—. Date prisa, te espero afuera para llevarte.

Ella le dió una mirada de disgusto y tragó con dificultad, sentía que ya no podía hablar. Él no esperó a que ella respondiera y salió de nuevo. Katheryn sollozó y se vistió intentando ya no llorar más, se sentía más ridícula por llorar ahora y por no haber evitado lo que sucedió.

Cuando terminó de vestirse, salió de la habitación tomando sus cosas y dirigiéndose directamente a la entrada. Dylan estaba en el sofá comiendo una manzana y en cuanto la vió se puso de pie.

—Tendrás que ir sola, tengo otras cosas que hacer.

De alguna forma eso tranquilizó a Katheryn, no quería pasar más tiempo con él y aunque todavía sentía asco por si misma, tenía ansias de llegar lo más pronto posible y creía que él lo haría más lento.

Ella no respondió, tampoco lo miró y simplemente se fue sintiéndose totalmente diferente.

[•••]

—¿Hiciste qué? —exclamó Irene— ¿La violaste?

Dylan sonrió y dió un largo trago a su bebida —Solo me divertía, si a ella no le gustó no es mi problema.

—¡Eres un enfermo! No se suponía que harías eso —reclamó ella—. Sólo tenías que mantenerla lejos de Jackson. Ese era el plan.

—Ese era tu plan —corrigió él—. Yo ya tenía planeado lo que haría al venir aquí y créeme que romper su corazón no iba a ser suficiente, y más si ella está tan enamorada de ese idiota.

—¿Y qué querías hacer? ¿Matarla? —rió ella con desgane— ¿Qué te hizo ella para que le hicieras esto?

—Oh mira quién lo dice —se mofó—. No eras tú quién quería que sufriera. Pues ya está hecho, deberías agradecerme.

—¡Era sólo un mal rato! No que la marcaras de esa forma ¿Acaso estás loco? ¿Tanto mal te hizo?

Dylan dejó su bebida a un lado y negó.

—No linda, Katheryn es mi forma de devolverle a su querido primo lo que hizo —apretó los puños y tensó la mandíbula con sólo recordar—. Él preferiría mil veces que me desquite con él, pero no puedo hacer lo que espera. Tengo que atacar a otro punto, su debilidad y esa es Katheryn.

Irene parecía confundida y luego de analizarlo comenzó a preocuparse.

—¿Qué no era tu mejor amiga? —inquirió ella.

Things Of Love |Jackson Wang|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora