Capítulo Veintiocho

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—¿Estás loca? —dijo Yugyeom sin creerlo, él conocía a Jackson y sabía que él no era así.

—Déjame adivinar —habló Irene con una sonrisa—. No me crees ¿Cierto Yugy? Entonces que te lo diga él mismo.

Todos permanecieron en silencio mientras ella tomaba su teléfono y comenzaba a marcar. Colocó el altavoz y esperó a que respondiera.

—¿Hola?

—Jackson, cariño —saludó Irene enseguida.

—Sabes que no tengo mucho tiempo, ¿qué necesitas?

—Solo quiero aclarar algo —miró a Katheryn—. Tú me pediste que me deshiciera de la basura ¿cierto? Esa que dijiste que ya no servía.

—Sí, ¿Ya lo hiciste?

—Claro, en cuanto me lo pediste.

—Gracias, no sabes el favor que me has hecho. Yo no podría hacerlo y más porque no quería tener problemas.

—Bien. Eso era todo, te dejo para que hagas tus cosas.

Katheryn permaneció estática escuchando lo que Jackson decía.

Dolía. Dolía realmente.

Ese cuaderno era su vida, estaba lleno de sentimientos, emociones, recuerdos y tantos años de empeño. Era una de las cosas que más le recordaba a Dylan.

Sin embargo, lo que más le dolía fue haber escuchado del mismo Jackson decir que él había mandado a arruinar su posesión más preciada.

—Katy, ¿Estás bien? —preguntó Ivette a su lado.

Katheryn se giró a Yugyeom, con los ojos ardiendo al igual que su garganta.

—Hiciste una copia ¿Verdad? Dime que lo hiciste.

—Katheryn, yo... —comenzó a decir él con nerviosismo— No, no la hice. Sólo unas cuantas, pero no de todas. Lo... Lo siento.

No quería llorar, simplemente no podía hacerlo frente a Irene porque le demostraría que había ganado. Además, cada vez que quería llorar recordaba lo que Dylan le dijo una vez, sobre que llorar no era correcto.

—Katy —volvió a llamar Ivette.

—Quiero estar sola.

—Oh mira la hora, debo ir a clases —dijo Irene—. Nos vemos Yugy —se despidió del menor y finalmente se fue.

—De verdad lo siento —se disculpó Yugyeom.

—No es tu culpa, aunque yo tampoco sé por qué lo hizo —Yugyeom iba a decir algo pero ella no lo dejó—. Y de verdad quiero estar sola.

Con los incómodos malestares, Katheryn comenzó a irse, sin decir nada a sus amigos, sentía que con decir una sola palabra más rompería en llanto.

No entró al resto de las clases por el resto del día, hubiera preferido irse a casa pero no la dejarían salir de las instalaciones sin tener una buena excusa. Tampoco vió a Jackson en todo ese tiempo, y ciertamente no quería hacerlo. Estaba enfadada con él y seguramente no sería muy buena cuando lo viera.

Aún faltaba una hora para que el horario terminara, Katheryn ya estaba aburrida y ansiosa por irse a casa. Aún tenía ganas de llorar pues con sólo ver su cuaderno todo batido, pegajoso e ilegible le dolía.

Ella no lo sabía aún, pero estaba experimentando un nuevo sentimiento. No fue tanto lo del cuaderno, fue más por saber que había sido Jackson. Esta vez, Jackson estaba por encima de todos sus pensamientos, en especial Dylan.

Things Of Love |Jackson Wang|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora