¿Nunca os habéis sentido fuera de lugar? Como si no encajárais. Como si, estar allí, no fuera correcto. Fríos. Muertos. ¿Nunca os habéis sentido la oveja negra de la família?
Yo sí.
Mi nombre era Mary Vallers, solía ser una chica normal y tranquila. Con mis problemas y mis alegrías. Con mis tristezas...
Apenas era una adulta cuando todo cambió y el mundo se me vino encima...
Yo vivía con mis padres y mi hermano William en un pequeño pueblo de Inglaterra. Tenía catorce años y soñaba con ser una persona importante, como cualquier niña inocente. Toda mi família era creyente y, como tal, seguían al pie de la letra todas las indicaciones que dictaba nuestra religión, el cristianismo.
Nunca me había planteado si eso estaba bien, o estaba mal. Nunca había pensado en que podría ser diferente.
Pero, como comprenderéis, el pecado es muy tentador.
Pecado...
Me cuesta pensar en esta palabra sin reír.
¿Pecado? ¿Acaso sus vidas no eran un pecado?
Tenemos toda la eternidad para pudrirnos en el infiero. ¿Para qué desperdiciar la maravillosa vida que Lucifer nos brindó?
Aunque, siendo como soy, mis pensamientos son normales.
Todo se empezó a torcer un día lluvioso de noviembre.
Volvía del colegio sola por una desierta carretera. Mi hermano no había asistido a las clases por una repentina fiebre, mi madre cuidaba de él en casa y mi padre trabajaba para traer comida al hogar. Hacía frío y el vaho salía constantemente de mi boca. No llevaba paraguas, por lo que me empezaba a empapar la ropa.
Cuando una figura apareció en frente mío.
Era un chico alto y apuesto, con una penetrante mirada que era capaz de helarte la sangre.
-Buenas tardes joven. ¿Qué hace sola en una carretera como esta?
-Vuelvo de la escuela señor.
-¿Señor?-Empezó a reír.-Por favor, no me llame señor, me hace ver viejo.
-¿Cuántos años tiene?-Pregunté, pensando que era algo normal. Pero torció la sonrisa, haciéndo una mueca desagradable.
-Olvídalo. ¿Cómo te llamas?
-Mary Vallers, ¿y tu?-Me oponía a seguir conversando con alguien sin saber nada de él.
-¡Oh! ¡La hija del señor y la señora Vallers! ¿Cómo se encuentran?
-B-Bien...-¿Era una broma? ¿Qué estaba pasando?
-Hace poco llegó a mis oídos que eran fieles seguidores de mi viejo amigo.
-¿Viejo amigo?... ¿Quién?-Y, como siempre, evadía mis preguntas.
-Dime Mary, ¿Nunca has sentido que no encajabas del todo en aquella família? No se... ¿Que tenías algo especial?
-No... no te entiendo...-Estaba confusa y la cabeza me empezaba a doler.
-Conoces los siete pecados capitales, ¿verdad?-Asentí con la cabeza.-¿Nunca has sentido la tentación de cumplir uno de esos siete?
-Sí, pero...-Era cierto, es facil caer en el pecado, era cierto. Totalmente cierto.
-No digas más. Deja que te eche una mano.-De repente, se empezó a sacar la camiseta.
-¡¿P-Pero qué haces?! ¡O-Oye para!
-Lujuria.-Dijo tajante.-Vamos toca, nadie nos ve.
-¿Qué?...-No entendía nada. Pero, aún sabiendo que estaba mal, acerqué mi mano a su torso, acariciándolo.

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Relatos
Short StoryPues eso, relatos. Ea, palante Empecé a escribir estos relatos en 2014, así que la gran mayoría son una mierda. Si queréis leer algo con un mínimo de calidad empezad por los últimos, o leed la historia en la que actualmente estoy trabajando, en mi c...