Relatos

Olvidado por el tiempo

Siempre me he preguntado por qué, de todas las personas del mundo, me tuvo que tocar a mí.

¿Por qué? 

¿He hecho algo malo?

La mayoría de la gente lo tomaría como un regalo, yo lo encuentro como una horrible tortura.

Y esque el tiempo se había olvidado de mí. 

Empecé a notarlo llegado a los cuarenta años, en los que mi cuerpo seguía como cualquier chaval de veinte. Pero ahí no quedó la cosa, y seguí sumándome veranos sin que apareciera ni una sola arruga en mi cara. Todo mi mundo cambiaba, venía y se iba gente, pero yo siempre estaba ahí, parado, como si el tiempo no pasara.

Y no podía hacer nada...

Conocí a mis hijos, mis nietos, mis bisnietos, mis tataranietos y todos los que vinieron después.

No hay ni uno solo que no haya visto morir.

La tecnología avanza, pero no logro entenderla.

Porque a pesar de tener un cuerpo joven, mi mente es demasiado vieja.

Nuevos dispositivos salen, nuevos descubrimientos, personas, libros, guerras, enfermedades, hechos, películas, especies, inventos...

Todo es nuevo.

Y lo que yo conocía quedó en el pasado. Donde, hace tiempo, debí quedarme yo. Cada día me miro al espejo, con unos ojos vacíos y el corazón encogido, deseando con amargura que algún día se me olvide el respirar. Ni siquiera recuerdo cuantos espejos he roto ya, muertos por la ira de la vida infinita.

¿Cuántos años tengo ya?

Ni siquiera lo recuerdo...

Ya todo me da asco.

La vida me da asco, las sonrisas me dan asco, la felicidad me da asco.

Lo único que no produce repugnancia en mi ser es la muerte. El descanso eterno. ¿Por qué yo no puedo morir? Aunque una cosa es cierta.

Más sabe el diablo por viejo que por diablo.

Y estos años no han sido en vano.

¿Soy un monstruo? Tal vez. Pero, ¿a quién le importa? Aprovecharse de la gente es muy fácil con mi conocimiento, y vivo bastante bien. ¡Pero la cuestión es que no quiero vivir más! ,me gustaría ser Alicia y que la Reina de Corazones ordenara mi ejecución con su famoso "¡Que le corten la cabeza!" 

Pero ni siquiera se si, en estos años, aún conservo la cabeza. Quizá en vez de ser Alicia me parezco más al Sombrerero Loco. ¡Y tan loco! Ya no se si se cruza en rojo o en verde.

¿Y qué hago?

Después de todo estoy condenado a vagar por este mundo hasta que sea destruído. Y esa posibilidad la he considerado muy atractiva. Si para morir tengo que hacer estallar al mundo, que así sea. ¿Egoísta, dices? Puede que tengas razón...

Posiblemente sea Zeus, que escapó de las garras de Cronos y no fue deborado por el tiempo. O quizá Nicolas Flamel con la piedra filosofal.

O simplemente un alma consumida por el diablo...

Así pues seguiré esperando el día en el que el tiempo al fin recuerde mi nombre y las manecillas de mi reloj se descongelen.

Tiempo, te echo de menos.

Hoola:3

Aprovecho para dar la bienvenida a los nuevos. ¡Muchas gracias por seguirme!

Dedico esta historia a mi primo, que es el que me ha dado la idea. ¡Un beso!

Dejo en el primer comentario mi ask por si tenéis alguna duda/idea/loquesea y mi tumblr donde cuelgo pequeños relatos que son demasiado cortos para colgar aquí pero tenía ganas de publicar.

NO ES SPAM, entrad si os interesa y si no pos' nada.

Nada más que decir.

Se despide, Kanade.