Hellooooo, Ángel aquí molestando unos segunditos antes de que comiencen a leer, como sabrán dije que esta novela iba a subir un capítulo por semana, pues bien aviso, TODOS LOS JUEVES SE SUBE CAPÍTULO DE ESTA NOVELA :3 así que ya saben, los jueves les toca dosis de angelito Horan, ah.
Bueno las dejo de molestar y las dejo con la lectura, espero les guste. Voten y comenten porfi (/-\) quiero saber como les va pareciendo la historia.
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Los días siguientes fueron muy similares a ese. Niall me preparaba el desayuno por las mañanas, yo caminaba con Sammy hasta el trabajo, cumplíamos nuestros horarios de trabajo entre risas y para la hora del cierre Niall venía por mí y nos hacíamos nuestro camino a casa.
Era algo a lo que realmente podría acostumbrarme, me gustaba, me sentía muy feliz como hacía tiempo me hacía falta sentirme. Pero muy dentro de mí tenía que admitir que pronto algo de eso se iría, Niall no estaría en la tierra para siempre aunque así lo quisiera.
Suspiré ante ese pensamiento la mañana del viernes mientras me duchaba, no quería que Niall me viera triste o decaída así que tendría que actuar un poco, después de todo, el tiempo lo cura todo ¿no es así?
- Buenos días - dijo él con una sonrisa cuando yo me digné finalmente a ir a desayunar.
- Buenos días - forcé una sonrisa.
- ¿Tienes hambre? - dejó un plato con waffles frente a mí.
- Si, mucha - mentí. Mi estómago estaba algo cerrado.
- Estás algo apagada esta mañana - me puse tensa. - ¿Te encuentras bien?
- Si, no es nada, estoy algo cansada, es todo - sonreí.
- ¿Segura? - me miró con preocupación y yo asentí.
- Tranquilo Niall, de verdad no es nada.
Por la expresión de su rostro no parecía muy convencido de mi respuesta, pero me dejó tranquila, seguramente creería que se lo terminaría contando después.
Terminé con mi desayuno y me despedí de él para poder ir a trabajar. Iba tan distraída que me había olvidado por completo de Sammy.
- ¡Callie! ¡espera! - me di la vuelta y comencé a disculparme.
- Oh cielos, Sammy, perdóname, olvidé que íbamos a ir juntas.
- No pasa nada, pero ¿sucede algo?
- Nada que yo no pueda arreglar - me obligué a sonreír.
- ¿Segura?
- Estaré bien Sammy, lo prometo.
Yo misma quería creer que estaría bien, así que mejor sería hacerme la idea, Niall quizás se iría, pero conmigo se quedarían los chicos, eso era algo bueno, ellos no me abandonarían, Niall tampoco lo haría, no estaría de forma física, pero siempre estaría cuidándome, junto a mis padres.
Llegamos con Sammy, saludamos a los chicos y fuimos directo a los vestidores como hacíamos todas las mañanas, luego comenzó el trabajo. Preparamos todo y abrimos.
Ese día para mí fue algo pesado, estaba muy distraída y algo cabizbaja, la gente a veces debía repetirme dos veces lo que había ordenado porque mi mente se hallaba en otro planeta, había llegado a tirar una gran pila de vasos de cartón, hoy no era mi día.
- ¿Qué sucedió hoy? - me preguntó Liam a la hora del almuerzo.
- ¿Me levanté del lado equivocado de la cama? - dije encogiéndome de hombros. - No lo sé.
- ¿Segura que es sólo eso? - habló esta vez Zayn.
- Chicos, estoy bien, enserio, simplemente paso por un mal día, eso es todo.
- Niall no tendrá que ver con ese mal día, ¿cierto?
- No seas tonta Emma - reí nerviosa y me tensé.
- Ya déjenla tranquila - Sammy al rescate. - Todos pasamos por malos días, hoy le tocó a Callie y no importa con que tenga que ver, debemos hacer que se sienta cómoda, no tensa y nerviosa.
- Tienes razón - exclamó Liam. - Lo sentimos Callie.
- No pasa nada chicos, solo se preocuparon, les agradezco eso - sonreí como pude.
Durante el resto del almuerzo hablaron de otras cosas y me dejaron tranquila, gracias al cielo, realmente no era mi día, estaba bastante deprimida y no quería atención sobre mí. Me enternecía el hecho de que los chicos se preocuparan tanto por mí, pero realmente necesitaba un poco de espacio para dejar que me lamente tranquila y medite como salir de esa situación.
- ¿Vamos Callie? - preguntó Zayn.
- ¿Adónde?
- De vuelta al trabajo, deja de estar en la luna - rió.
- Ja-Ja muy gracioso Malik.
Lo empujé con suavidad y todos volvimos a nuestros puestos de trabajo, lamentablemente aún seguía muy ida pero por lo menos no ocasioné ningún desastre más. Luego de algunas horas miré el reloj y noté que faltaban 15 para las cuatro.
- Lilly, ¿podrías tomar mi lugar en lo que queda de tiempo? tengo que irme.
- Si, ve tranquila, pero ¿no te irás con Niall y Sammy?
- No, hoy no... deseo estar un rato sola, ya sabes.
- Entiendo, ve tranquila y avísale a Sammy.
- Seguro - sonreí.
Me encaminé con rapidez hacia los vestidores y me cambié a la velocidad de la luz, salí de allí y divisé a Sammy.
- Me voy.
- ¿Ya? pero aún quedan 10 minutos, ¿no íbamos a ir juntas con Niall?
- Necesito estar un rato sola, pensar, aire frío, ya sabes.
- Seguro, no hay problema, ¿le avisaste a Niall?
- No.
- ¿Quieres que le diga?
- ¿Te molestaría mucho? - puse cara de cachorro.
- Para nada, ve tranquila.
- Gracias.
Me despedí de ella y los chicos y salí del local. El aire frío chocó contra mis mejillas y me sentí algo mejor, no quería ir a casa todavía así que decidí que caminaría sin rumbo fijo durante un rato para aclarar mi cabeza.
Miraba a mi alrededor cada dos por tres por temor a encontrarme con Niall al doblar una esquina o algo, me estaba siendo difícil ocultarle el cómo realmente me sentía, no era fácil mentirle, pero sin duda mucho más difícil me supondría olvidarlo cuando se marchara.
Mis pies me llevaron hacia un parque, caminé un rato por ahí hasta que mis piernas se cansaron. Decidí parar un rato y me senté sobre una de las bancas que se encontraban allí.
Los niños jugaban felices y sus padres estaban reunidos por ahí hablando los unos con los otros y de vez en cuando echándoles un vistazo a los pequeños. Suspiré.
Mi teléfono comenzó a sonar, miré a la pantalla y de inmediato supe que se trataba de Niall, pulsé el botón rojo para desviar la llamada a mi buzón de voz y apagué el pequeño aparato.
Realmente no me apetecía hablar con nadie.
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En los brazos del Ángel. «Horan»
FanfictionUna chica desesperanzada. Un chico con los ojos color del cielo. ¿Crees en los milagros?