- Llegas temprano - sonreí al mirarlo.
- Es que si debo ser sincero, te extrañaba - ¿podía comérmelo por favor?
- Haré que te preparen tu café y tu muffin - dije haciéndome la tonta y anotando su nombre en uno de los vasos de cartón.
- ¿Y mi beso? - dijo con tono de reproche y un puchero.
- Te daré los que quieras en cuanto mi turno termine - sonreí.
- Eso suena maravilloso - dijo y me devolvió la sonrisa.
En cuanto acabé de tomar y cobrar su orden, me regaló un guiño acompañado de una bella sonrisa y se dirigió del otro lado de la barra para poder retirar su pedido.
- Hoy llegó temprano - dijo Emma con una sonrisita.
- Sip, lo he notado.
- ¿Por qué no sales ya?
- Aún me queda un rato - me encogí de hombros. - Puedo esperar y él también.
- Oh vamos, son solo quince minutos restantes, yo te cubro.
- ¿Estás segura?
- Completamente, anda ve.
- Gracias Em, te debo una y... - me acerqué para susurrar. - Quiero que me cuentes todo acerca de esa cita con Zayn ¿oíste?
- Dalo por hecho - guiñó un ojo. Yo sonreí y volví a agradecerle mientras caminaba hacia los vestidores.
Me cambié con una rapidez increíble y cuando salía, Niall recién estaba recibiendo su pedido, me miró con sorpresa.
- ¿No te faltaba un rato?
- Emma se ofreció a cubrirme - sonreí.
- Dios bendiga a esa chica - ambos reímos.
- ¿Quieres que vayamos a casa?
- No, quedémonos un rato, te compraré lo que quieras, debes tener algo de hambre.
- No hace falta Niall...
- Insisto... y además quiero mis besos.
- Los que tú quieras - besé su mejilla.
- Y quiero que comas algo - dijo en un tono un poco más severo. Yo suspiré.
- No tengo opción ¿cierto?
- Nop - dijo con tono angelical. - ¿Qué vas a querer?
- Sorpréndeme - lo reté.
- Muy bien, tú ve a sentarte y yo iré con todo, ¿si?
- Deja que lleve tus cosas así no estás tan cargado.
- Gracias pequeña - se acercó y depositó un suave beso en mis labios antes de volver a la fila.
Miré a mis amigos que se encontraban revoloteando por ahí y todos tenían esas miradas y sonrisas de gato de Chesire que no pude evitar reír antes de sentarme, en poco rato ellos también saldrían y lo primero que harían sería venir a molestarnos. Pasaríamos una tarde divertida.
Me dirigí a una de las mesas vacías al lado de la ventana, me senté y dejé las cosas de Niall mientras suspiraba. No pude evitar pensar en como tenerlo en mi vida había significado un cambio radical para mí... todo se lo debía a mi ángel.
- Frappe de chocolate y galletas - su voz me sacó de mi pensamiento.
- Delicioso - sonreí mientras se deslizaba a mi lado en el asiento.
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En los brazos del Ángel. «Horan»
FanfictionUna chica desesperanzada. Un chico con los ojos color del cielo. ¿Crees en los milagros?