Capítulo veinticuatro.

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Hicimos nuestros pedidos y en cuanto los tuvimos en nuestras manos las chicas me arrastraron hasta una mesa con cuatro grandes sillones rodeándola. 

- Muy bien, ¡desembucha! - dijo Lilly sonriente mientras sorbía su frappe. 

- ¿No se les hace raro venir a merendar a un local para el cual trabajamos? - dije haciéndome la tonta.

- ¡Callie! - gritaron las tres al mismo tiempo.

- Está bien, lo siento, lo siento - reí con ganas al igual que ellas.

- ¿Qué es lo que pasó? - preguntó Sammy con calma.

- Pues... han estado ocurriendo cosas... cosas que no me esperaba - solté y me escondí detrás de mi muffin. 

- ¿Qué tipo de cosas? - entrecerró los ojos Emma. 

- Pues...

- ¿Tiene Niall algo que ver? - yo suspiré ante la pregunta de Lilly.

- Si.

- ¡CUENTA! - rogaron las tres.

Tomé una gran bocanada de aire y les conté lo que había estado sintiendo últimamente. Obviamente tenía que admitir ciertos detalles en cuanto a la identidad de Niall sino estaríamos en problemas. 

- ¿Quiso besarte? 

- Algo así, por lo menos creí que lo haría - le respondí a Sammy. - Es que ustedes justo tocaron el timbre y...

- ¡Somos unos idiotas! ¡sabía que debíamos tardarnos más! - resopló Lilly.

- ¿Perdón? - reí divertida. 

- Cuando Louis nos comentó que estabas con Niall queríamos tardarnos en ir por ti, para darles más privacidad, pero los chicos no nos escucharon, los voy a matar - se lamentó Emma. 

- Si no pasó era porque no debía pasar chicas, tranquilas - sonreí aunque por dentro maldecía a los chicos una y otra vez. 

- Pero Callie, date cuenta de algo - interrumpió mis pensamientos Sammy. - Si quiso besarte, es porque obviamente algo debe sentir por ti.

- No lo sé...

- ¿Por qué se acercaría sino? - cuestionó Emma cruzada de brazos.

- ¿Quizás porque vio un beso fácil? ¿o se dejó llevar?

- Niall nos ha dejado en claro a todas que no parece ser el tipo de chico que quiera algo fácil - exclamó Lilly encogiéndose de hombros. - Tampoco creo que se haya dejado llevar, lo que sí creo es que deberías dejar de lado tu estúpida inseguridad. 

- Yo no soy insegura.

- Si lo eres - dijeron en coro las tres. 

- Deberías darte cuenta que Niall te mira de una manera que va más allá de la amistad - me dijo Emma mientras se disponía a tomar su café.

- ¿Cómo tú con Zayn? - reí al verla atragantarse y toser.

- ¡Zayn no me mira de ninguna manera! - su rostro se puso color rojo.

- ¡Oh, por favor! no lo dices enserio, el chico te come con la mirada - rió Lilly. 

- Tú tampoco estás en buena posición Lilly, ¿o debo recordarte las sonrisitas que siempre tienes con Liam? 

- Cállate Sammy.

Todas nos echamos a reír, al parecer ninguna estaba libre de pecado en cuanto a los chicos. Como yo me había sincerado, a Lilly y Emma les tocó confesar el amor que guardaban hacia Liam y Zayn. Sammy por otro lado no sentía ningún tipo de interés romántico aún, así que solo se limitaba a opinar las hermosas parejas que podríamos hacer con los chicos.

- Hay un detalle - dejé escapar de mis labios.

- ¿Cuál? ¿en dónde organizaremos la triple cita? - rió Lilly.

- No... Niall no se quedará aquí por mucho tiempo - dije cabizbaja. 

- Es broma, ¿cierto? - preguntó Emma severamente.

- No - respondí con tristeza. 

- ¿Se irá? - se lamentó Sammy. - ¿Por qué?

- No sé bien el motivo - mentí y las miré triste. - Pero pronto se mudará, me lo dijo y no puede quedarse, eso es lo único malo y la razón por la cual me gustaría no enamorarme de él.

- Es tarde Callie - me abrazó Emma. - Tú ya estás enamorada - me miró con pena. 

- Temía que lo dijeran - suspiré. 

- Tranquila, tú disfrútalo, luego veremos que hacer, no te dejaremos sola - sonrió Lilly y luego todas me abrazaron. 

Aguanté las lágrimas y respondí el abrazo. Me dolería cuando Niall partiera, sería un dolor similar al que sentí cuando mis padres se fueron, pero esta vez quizás podría sobrellevarlo mejor y superarlo, porque ahora tenía algo que antes me hacía falta. Amigos, amigos como lo eran Emma, Lilly, Sammy, Louis, Zayn, Liam y Harry. Ellos harían que el dolor se vaya lejos y no me dejarían hundida en la oscuridad como lo había estado antes. 

- Creo que es hora de que vayamos a Nando's - dijo Sammy. 

- Si, sino terminaremos todas llorando - rió Lilly. 

- ¡Vamos ya! - sonreí y ellas me imitaron. 

Salimos y caminamos divertidas por las calles riendo de tonterías quitando cualquier pensamiento triste que habríamos tenido minutos atrás. La idea era ir caminando lento ya que no había tanta prisa, pero a pesar de todo llegamos antes que los chicos así que nos paramos en la puerta de Nando's a esperar mientras hacíamos y decíamos tonterías. 

- Ni una palabra a los chicos de lo hablado - reí.

- Tranquila, yo por ahora no tengo intenciones de confesar nada.

- Somos dos - rió Lilly.

- Entonces asunto cerrado - exclamó Sammy sonriendo. 

- Hablando de los reyes de Roma - rió Emma.

- Creo que cierto rubio acaba de sonreír al ver la espalda de Callie.

- Cállate Lilly - reí. 

La curiosidad fue más fuerte que yo y me dí la media vuelta encontrándome con una sonrisa de Niall, que al verme, se ensanchó logrando que yo me sonrojara levemente.

- ¿Lo ves? - susurró la chica Tomlinson en mi oído. 

- Aún así cállate - susurré divertida.

En los brazos del Ángel. «Horan»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora