Capítulo cuatro.

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Los capítulos se notan muy cortos, lamento eso, pero como dije, subía esta novela en facebook y bueno, se notaba un poco diferente. Igualmente hay futuros capítulos que estoy segura son más largos, disfruten.

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El refugio no quedaba muy lejos, así que a los 15 minutos ya estaba ahí.

- Buenos días - saludó una mujer empleada del lugar.

- Hola - sonreí. - Quería adoptar un gatito.

- Muy bien - asintió sonriente la mujer. - Ven, pasa por aquí, ¿estás buscando alguna raza en especial?

- No en realidad, con tal de que sea compañero me alcanza.

- Bien, pues aquí los tienes, tómate todo el tiempo que necesites y para cualquier pregunta aquí me tienes.

- Gracias - exclamé y me dediqué a mirar a los gatos que allí se encontraban.

Había cientos y eran todos muy lindos, aunque hubo uno que llamó poderosamente mi atención por sobre todos los demás. Era pequeño y de color anaranjado con rayas de un tono mas oscuro... ¡era el gato que había visto en mi sueño!

- Hola pequeñín - reí y el gato maulló. - Creo que encontré lo que buscaba.

-¡Oh! excelente elección - dijo la mujer sonriendo y sacando al gatito de la gran jaula. - Este pequeño necesita mucho amor, el dueño los metió a él y a sus hermanos dentro de una bolsa de basura y luego la cerró con cinta - ella negó con la cabeza. - Hay gente muy cruel en este mundo.

- Demasiada - ella me extendió al pequeño minino y yo lo tomé. - Hola bebé, ¿serás mi nuevo amigo? - la bola de pelos maulló y ronroneó sobre mi mano. - Tomaré eso como un sí.

- Bien, pasemos al frente, necesito que firmes unos papeles y podrán irse a casa.

Seguí a la amable mujer y llené todos los papeles. Me dió una gran bolsa con los platos de comida y agua, la caja de arena, y una bolsa de piedras y comida para Muffin. Sí, mi gato se llamaba Muffin.

Ya con todo hecho nos fuimos a casa con el pequeño minino.

- Bueno, supongo que ambos pasamos por situaciones malas, será un buen cambio para los dos la compañía del otro, ¿no crees? - Muffin maulló.

- ¿Mascota nueva? - Dijo una voz conocida. Era él. Era Niall.

- Hola - sonreí. - Esta vez no te choqué, y si, él es Muffin.

- ¿Muffin? - rió. - Interesante nombre, ¿necesitas ayuda con eso? - señaló la bolsa.

- Pues... ¿te molestaría mucho darme una mano?

- Para nada - tomó la bolsa y yo pude sostener mejor a Muffin.

- Gracias, igualmente no estamos muy lejos.

- No pasa nada, es un placer ayudarte - sonrió. - Se te nota de mejor humor y sonriente, eso es bueno.

- Pues, han estado pasando cosas buenas, por suerte, y espero que todo siga igual.

- Algo me dice que así será - lo miré extrañada. - Suelo tener corazonadas muy acertadas, confía en mí - yo reí.

- Está bien, confiaré en ti - sonreí y él imitó mi gesto. - ¿Qué tal tu día?

- Tranquilo - se encogió de hombros.

- ¿Sólo eso? ¿no has hecho nada?

- No mucho, lo normal, chocar contigo - rió. - ¿Tú has hecho algo interesante además de adoptar a este pequeñín?

- No desvíes el tema, estaba tratando de hablar sobre ti y vuelves a voltearlo y tratar de hablar de mí.

- Es que yo no soy interesante, además tú me das curiosidad.

- A mí también me despiertas curiosidad, pero no sé más que tu nombre.

- ¿Qué quisieras saber? - rió.

- ¿Tu edad? para empezar.

- Diecinueve, ahora pregunto yo. ¿Tu casa queda muy lejos?

Reí y eché un vistazo a las calles y me sorprendí al darme cuenta que nos habíamos pasado un edificio ya del mío.

- Ya lo pasamos - reí. - Lo siento, me sumí tanto en la conversación que no miré por donde andábamos.

- No pasa nada, son cosas que suelen suceder - rió y nos dimos la vuelta.

- ¿Te gustaría pasar para comer o tomar algo? por haberte molestado con la bolsa y eso.

- Me encantaría, pero tendrá que ser en otra ocasión.

- Oh, está bien, bueno aquí llegamos. Gracias de nuevo por la ayuda - sonreí y tomé la bolsa.

- No es nada, estoy para servirte - sonrió.

- Te veré pronto, supongo.

- Dalo por hecho, adiós Callie, adiós Muffin - acarició a la pequeña bola de pelos y éste ronroneó.

- Adiós Niall - besé su mejilla y entré al edificio.

En los brazos del Ángel. «Horan»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora