My Name Is Golden P./Larry Stylinson/

Capitulo 14

La boca de Harry sabía a menta y limón fresco, sus manos lo tomaban de la nuca, tirándolo más cerca; sus cuerpos desnudos rozaban con el otro de la forma mas placentera posible, podía sentir la erección de Louis chocar contra la suya y el calor de su cuerpo rodearlo por completo.

El peso del cuerpo del mayor lo aprisionaba contra la cama, dejándolo a su meced, separo sus piernas a cada lado de su cadera para envolverlas ahí y tomar la erección del mayor entre su mano, apuntando su entrada para separarse de los labios del mayor y tomar aire con profundidad.

Había pasado tiempo desde que un hombre se había hundido en él, apretó sus ojos al sentirlo entrar y abrirlo con lentitud. Respirando profundamente y con una mueca de dolor en su rostro, había sentido el grosor en su boca pero nada se comparaba al sentimiento de sentirlo enterrarse en él. Expandiéndolo exageradamente a su alrededor.

-¿Estas bien?-la voz de Louis lo hizo abrir los ojos, mirandolo mientras parpadeaba lentamente.

-Ha pasado un tiempo desde la ultima vez, y no eres exactamente delgado-vio la sonrisa prepotente de Louis antes de sentirlo dejar un beso sobre su sien.

-Avísame cuando estés listo.

Y luego de largos minutos, rozo sus labios con los suyos para exhalar y besarlo, necesitado, húmedo y rápido.

-Muévete, jodeme profundo y rápido-sonrió orgulloso al ver los ojos azules de Louis oscurecer, y su nuez de adán moverse al oír sus palabras, no había nada que amara más que hablar en medio del sexo, lo ayudaba a acercarse al limite.

Las caderas del mayor comenzaron a moverse lentamente, sus labios nunca se apartarnos de su cuello mientras se hundía dentro de Harry. Suspiros escapaban de los labios del menor como un susurro de la noche, quien tenía ambas manos en su espalda, sintiendo los músculos tensarse bajo la punta de sus dedos en cada movimiento.

Y sus movimientos se hacían más rápidos y cuando llegaban hasta el fondo encorvaban la espalda del menor, y todo era borroso en su mirada, el sonido del colchón rechinar bajo sus cuerpos mientras era embestido rápidamente, el sonido de sus pieles chocar y el sudor que bajaba por sus pieles era un placer.

Las mano de Louis se apoyo en su cabello suelto y tiro, con fuerza. Los ojos de Harry se abrieron mientras soltaba un gemido alto, mirándolo con sus ojos verdes sorprendidos. No esperaba aquel acto, su pene se movió contra sus pechos mientras sentía su cabello ser jalado nuevamente hacia atrás, dejado todo su cuello a su disposición. Los gemidos y lloriqueo escapaban de su boca sin poder mantenerlos dentro.

-Estas tan malditamente apretado-sus labios bajaron hasta sus pezones para lamer y morder suavemente, sin parar sus embestidas. La espalda de Harry se encorvo contra sus labios una vez más. Sus rojos labios dejando soltar lloriqueos que hacían retorcer a Louis.

-Uh... más, más por favor-su voz sonaba rota y ahogada, sus mejillas estaban teñidas de rojo puro, sus labios humedecidos e hinchados lo hacían ver más apetecible que normalmente. El cabello castaño hacia un constaste con su piel blanca y las marcas en su cuello llevaban a Louis a un lugar lejano que no tenía vuelta atrás.

Y embistiéndolo rudamente, podía sentir las piernas del menor temblar, bajo su mano para tomar su pene con la intensión de ayudarlo a llegar al alivio, el cuerpo largo de Harry tembló para tomar la mano de Louis y apartarla.

-N-No puedo...-sus ojos verdes lo miraron profundamente, podía ver lagrimas ahogadas en sus pupilas mientras su cuerpo no paraba de temblar. Y Louis estaba seguro que no había nadie más plancetero de ver que al rizado.

-¿Muy sensible?-lo vio asentir rápidamente antes de unir sus labios en un beso lento, haciendo un claro contraste con las duras embestidas que movían su cuerpo rudamente. Sus dedos se clavaron en los omóplatos del mayor con fuerza al sentirlo chocar con su punto débil, los ojos oscuros de Louis lo miraron fijamente tirar su cabeza hacia atrás y gemir alto.

-¡Oh Dios! justo ahí-apretando su pecho contra el del mayor cuando lo sintió golpear su próstata una y otra vez- ¡Demonios Louis! uff sí, sí justo ahí.

El calor en su estomago haciéndose presente rápidamente, Louis se aparto de su cuerpo para tomar un puñado de su cabello con seguridad, tirando hacia atrás mientras lo embestía. Y Harry amaba sentirse así, amaba saber que su cuerpo le causaba placer a alguien, quizá había algo malo en él, pero amaba la sensación de ser usado. Y el mayor se aseguraba de buscar su placer sin evitar el de Harry, tocándolo en los momentos juntos.

El cuerpo del menor salto en un espasmo, sus piernas temblaron para caer abiertas a cada lado del cuerpo del ojiazul mientras manchaba sus pechos de su semen, unas cuantas embestidas más y el mayor termino corriéndose dentro del condón en un gemido alto, sin salir de dentro de él, se tiro sobre su cuerpo buscando recobrar el aliento.

Entonces reacciono, saliendo de dentro de su jefe para verlo desde el pie de la cama, completamente arruinado mientras respiraba rápidamente sin abrir sus ojos. El color rojo de sus mejillas cubría su cuerpo, y aún con sus piernas abiertas, su desnudo cuerpo brillaba por los restos de sudor, habían marcas de besos en todo su cuello y pecho. 

Y su semen cubría su vientre tan vulgar que era imposible no querer sentirlo bajo suyo de nuevo, tiro el condón en la papelera a un lado del closet para tomar el cigarro que dejo a un lado de la mesa de noche, encendiéndolo para llevarlo a su boca y apoyar su espalda a un lado de la ventana abiertas. 

Por un momento creyó que el menor había quedado dormido hasta que lo vio sentarse y apoyar sus manos en su cabello desarreglado, su pene flácido cayo sobre su muslo mientras tomaba su ropa con manos temblorosas y sin decir una palabra. Probablemente acostumbrado a recibir besos luego del sexo, pero él no iba a darle eso.

-¿Es eso marihuana?-frunció el ceño olfateando el aire.

-Es legal.

-Lo se, solo que no te tenía como el que luego de follar fuma algo-sonrió de lado- eso es sexy-dando pasos hasta rozar su pecho contra el suyo le sonrió una vez más, meciendo sus pestañas con coquetería- y eso de jalar mi cabello, fue bueno. La próxima vez azotame e insúltame.

Dejando sin palabras al mayor, le sonrió una vez más antes de darse vuelta e irse de la habitación.