Los Libros del Poder

Capítulo 11∋ⓓ: Malekkinesis

Estaba caminando hacia el trabajo. El día estaba tan hermoso que me sorprendí, nunca había visto un día así en la vida. Estaba  feliz y no sé el porque.

Iba con muchas ganas de trabajar, y eso es raro en mí. Doblando la calle para llegar al trabajo me percaté de que toda la gente a mi alrededor me estaba mirando fijamente. Todo eso era extraño, solo seguí caminando, todo comenzó a nublarse, era algo imposible puesto a que no había nube alguna en el cielo simplemente el sol comenzó a perder luz. La gente seguía viéndome, seguí caminando sin prestar atención.

Enfrente de mi se apareció un espejo donde estaba reflejado una persona con un traje negro. Todo era negro, la corbata, la camisa e incluso una flor que llevaba en el bolsillo del pecho. Contaba con un par de cuernos pequeños en la cabeza es muy parecido a mi solo que éste ente se veía más oscuro, mas maquiavélico, con un porte muy elegante. 

Sus ojos eran de color rojo, me miró fijamente  con una mirada penetrante, comenzó a sonreír y su sonrisa de par a par con dientes muy blancos y afilados. 

Era un Demonio macabro.

—Alex, ¿listo para por fin vengarte de todos esos que te hicieron mal? —preguntó el reflejo.

—¿Quién eres tú? —pregunté muy intrigado por lo sucedido.

—Soy tú, tú el que se quiere vengar, tú el que quiere sangre. Tú el que sin duda alguna es muy poderoso —sonrió malévolamente.

—¿Qué tengo que hacer? —sabía de que iba eso. 

Sabía quien era ese tipo.

—Malekkinesis, ese será tu nombre. Tus poderes serán psíquicos, todos los poderes que tú te imagines, mientras estos sean psíquicos, tú los tendrás. Tienes que tener cuidado con M y las superheroínas. Querrán evitar que ganes —

Me sentí debilitado y caí al suelo. 

Desperté en el suelo de una casa solitaria. Me sentía mareado, tenía mucho sueño. Traté de ver la hora en mi celular pero este estaba apagado, no tenía noción de cuanto tiempo había pasado desde aquella visita. Vi a mi lado un libro muy extraño.

—¿Qué es esto? —miré el libro —sea lo que sea lo guardaré, es muy misterioso. Me podría servir de algo —tomé el libro y lo sostuve con mi brazo —bueno, tengo que actuar rápido —Sonreí frívolamente.

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*Con Isa*

—Damara, ¿haz visto a Alex? —preguntó Isa muy preocupada.

—No, seguro está bien. Debemos entenderlo, en este momento no se siente bien —dijo Damara para calmarla.

—¿Cómo? ¿Alex desapareció? —preguntó Clara preocupada.

—Si, bueno... Digamos que tomó un pequeño suspiro. Con lo que pasó hace una semana probablemente solo necesita estar sólo —dijo Damara. 

En realidad ella tampoco sabía nada sobre mi paradero, solo quería calmar a los que preguntaban.

—Espero que esté bien. Pobre de Él —dijo Nagisa con tristeza.

—Estará bien —aseguró Damara. 

Isa y Nagisa se le quedaron viendo solamente.

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*Con Alex*

No sabía donde estaba, no sabía cual era la ubicación de este lugar. Vi una casa a lo lejos decidí ir para ver si veía a alguien y poder preguntar dónde estaba.