Capítulo 33 ∋

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Desperté algo mareado, creo que era lunes por la mañana, tal vez martes o miércoles.

Me siento débil, sin energía. Volteo hacía un estante alado de la cama y veo a Hon arriba de Sonzai entonces comienzo a tratar de recordar algo pero es inútil, solo recuerdo que estábamos hablando y... Una luz me cegó, perdí la noción del tiempo, no recuerdo absolutamente nada.

Siento como si tuviera resaca.

—Aght, ¡mi cabeza! —digo muy molesto e intento pararme. Me siento en la cama —Hon... ¿qué pasó? —pregunté confundido mirando a Hon.

—Damara te contará más a fondo Alex —contesta Hon.

—Bien, creo que es hora de unirnos —lo tomé con mis manos.

—Sigues muy débil, ve a comer algo —Hon se preocupo.

—Para ser un libro te oyes preocupado Hon —digo sonriéndole a Hon.

—Yo soy un libro que aprende de los seres en la tierra —dijo Hon mientras lo dejaba en donde estaba.

—Iré a comer algo —me levanté de la cama y agarré mi celular —las 10:30... Llamaré a Nagisa para ver si vendrá —comencé a Marcarle.

¡Alex!, amor ¿cómo estás? —preguntó Nagisa que se oía un poco preocupada.

Estoy bien amor, gracias. ¿vendrás al rato? —pregunté.

Si amor, —respondió —iré saliendo de la escuela...  —

Tocaron la puerta.

Bueno mi amor, te espero aquí ansioso por verte —sonreí un poco creo que la mamá de Damara está tocando la puerta —

La señora no está... Debe ser Delia... —dijo molesta.

Sé lidiar con ella amor —la tranquilicé —te amo bebé —digo con cierta ternura.

¡Te amo más mi príncipe! —me dice con mucha ternura.

Bueno, nos vemos al rato, bye —

Adiós amor —colgó.

Abro la puerta.

—¿Te caíste de la cama? —digo burlonamente hacía Delia.

—Damara me despertó antes de irse y me dijo que estuviera al pendiente de ti —dijo Delia algo seca.

Estaba molesta conmigo.

—Gracias Delia... Eres muy buena gente cuando no tienes esa obsesión por mí —le Sonreí amablemente.

—Y tú eres agradable cuando no andas sarcástico —dice aún molesta y con los brazos cruzados.

—No es sarcasmo pero tómalo como quieras. Quítese señora que voy a comer —la hago a un lado, me salgo del cuarto y me dirijo hacía las escaleras.

Piso el primer escalón y siento que todo se me va para abajo.

—¡Alex! —Delia corrió a agarrarme y me sostuvo fuerte —¿estás bien? —preguntó preocupada.

—Si... Solo, me Mareé un poco —dije aun mareado —llévame abajo por favor. —

—Si, está bien —puso mi brazo sobre sus hombros y me recargue en ella

—Aguantas mucho —dije puesto a que no se quejó cuando me recargue.

—Pues no pesas mucho —dijo mientras bajaba por las escaleras.

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