Capítulo 36: Doppleganger 2 (parte 1)

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*Con Sofia, antes de que la ciudad se quedara sola*

Sofía estaba mirando a su hijo, estaba viendo como jugaba con sus juguetes. Se sentía culpable porque su hijo no podía hacer una vida normal como un niño normal pero a la vez estaba feliz porque su hijo podía defenderse de todos los que le quisieran hacer daño.

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*Flashback*

Sofía estaba en un parque, viendo como jugaban los niños.

—¿Puedo ir a jugar mami? —preguntó Ulises.

—Hijo... —lo miró. Sabía que lo iban a rechazar. Suspiró profundamente —está bien... Ve —ella no podía decirle que no a su hijo.

—¡Gracias mami! —exclamó Ulises con alegría y se fue corriendo hacía los niños.

—Espero que nada salga mal esta vez... —dijo Sofia con cierta tristeza.

Ulises llegó a jugar con los niños, estaban jugando tranquilamente.

Ulises era un niño muy amigable, cariñoso e inteligente.

—Mau —dijo la mamá de Mauricio —alejate de ese niño que te puede hacer daño —

—Ven Valería, vamos por un helado —ordenó la mamá de Valería.

Mauricio y Valeria se alejaron de Ulises y se pusieron alado de sus mamás. Ulises miró con tristeza a los niños.

Sofia se levantó y fue con Ulises.

—Ven mi amor. Vamos a jugar con tus primos —demandó Sofia con tranquilidad pero mirando molesta a las señoras.

—Aleja a tu hijo de nuestros hijos, Sofia —exigió la mamá de Mauricio.

—Controle sus nervios señora. Ellos son niños y merecen jugar —habló Sofia molesta.

—Tu hijo es un peligro para nuestros hijos —habló la mamá de Mauricio molesta, se acercó a Sofia y la miró fijamente.

—No le tengo miedo ni a usted ni a nadie, Señora —dijo Sofía sin bajar la mirada.

—No me hables así chamaca —

—Usted empezó, yo me iba a ir tranquilamente con mi hijo pero tuvo que abrir su estúpida boca para decir estúpidas cosas. Mi hijo no es problema, el problema son ustedes. —realmente estaba molesta

—A mi no me hables así —la mamá de Mauricio alzó su mano y estaba apunto de darle una cachetada a Sofía.

La señora levitó un poco, Ulises se puso enfrente de su mamá. Los ojos de Ulises eran de un color azul índigo, miró a la señora fijamente.

Los niños comenzaron a asustarse.

—Ulises... ¡Baja a la señora ahora mismo! —ordenó Sofia.

—¡Mami! —dijo Mauricio llorando.

—Ulises, ¡bajala! —volvió a ordenar —mi amor —se puso frente a él y se agachó para hablar con él —tú no quieres hacerle daño a esta señora ¿verdad?. Te juro que si la bajas tú y yo vamos a ir por un helado de chocolate... —

Ulises bajó bruscamente a la señora y esta cayó al suelo.

—¿Con barquillo de Chocolate? —preguntó Ulises emocionado.

—Si mi amor... Con un barquillo de chocolate. Vamos —agarró de la mano a Ulises.

—¡Tú hijo es un verdadero peligro para nuestros hijos! —exclamó la mamá de Valería.

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