Capítulo 34: Encantadora y Liord

15 5 10
                                    

—Pero ¿cómo? —pregunté muy confundido.

—No nos cuidamos aquella vez ¿recuerdas? —me dijo mirándome seria.

—Si, lo recuerdo ¿por qué no me dijiste antes?  —me senté en una silla, Sofía se sentó enfrente de mi y el niño a lado de ella.

—No sabía cual iba a ser tu reacción y decidí no decirte nada —me miró más relajada —y si no me crees mira —me enseñó el brazo derecho del niño y tenía un lunar como el que yo tengo en la espalda un "lunar de chocolate" yo le llamo así puesto a que parece chocolate embarrado —¿me crees? Y si no pues la otra prueba es que tiene el mismo color de ojos que tú. —

Y era verdad, ese niño tenía los ojos igual que los míos.

—No, no necesito más pruebas. Ya sé que si es mío —le contesté con una pequeña sonrisa aunque aún estaba muy nervioso y sorprendido.

—Escucha, yo no quiero que estés conmigo a la fuerza ni mucho menos. Yo vine aquí porque sé que aquí está mi vida entera, no vine buscándote. Solo que... El niño quería conocer a su papá y pues no podía decirle que no —me miró y me sonrió —sé que tienes algo con alguien y yo no vengo a detener tu vida, Alex. —

Lo dijo muy segura, era una chica muy valiente.

—Me haré responsable Sofía —

—Pero yo no quiero que detengas tu vida por mi. Tienes que ser feliz —me dijo con una sonrisa.

—Gracias —le Sonreí —todavía no sé como manejar esto pero no es tan difícil, creo —dije dudando.

Aún estaba muy nervioso y sorprendido.

—Eres una gran persona Alex —se levantó de la silla, me levanté y ella me abrazó.

—Gracias Sofi —le dije amablemente.

—Creo que es incómodo para ti —me dejó de abrazar —perdón, no me pude contener, tenía ganas de un abrazo tuyo desde cuando —me miró y sonrió.

—Descuida. Supongo que no hay problema, chica. ¿Quieren algo?, ¿Ya comieron? —pregunté, no podía dejarlos sin comer.

—Ya comimos gra...  —

—¡Yo quiero un frappe de chocolate! —exclamó Ulises muy alegre.

—No Ulises, no debes de comer mucho chocolate —indicó Sofía con voz seria.

—Déjalo que coma algo de dulce —traté de convencerla —y de paso pides algo para ti ¿te parece? —le Sonreí un poco.

—Si, está bien. Gracias Alex —sonrió enormemente

Pedimos lo que quisimos, este lugar me gusta mucho por ser muy agradable y tranquilo para hablar, da cierta privacidad a sus clientes al tener tres paredes que tapan la mesa de atrás, con sus bancas correspondientes y una cortina por donde ingresa la comida, y meseros.

Platicaba con Sofía de como había pasado estos años, como le había hecho con el niño. Aún me sentía muy confundido sinceramente pero a la vez me tenía feliz esto.

Tener un hijo...

No sé como lo va a tomar Nagisa.

*
*
*
*
*
*

*Con Damara*

—¿Segura que Alex no sabe nada de aquella vez? —preguntó Nagisa a Damara.

Estaban en un parque cerca de la casa de Nagisa.

—Estoy segura Nagisa, no ha preguntado nada —

—Bien...  —

Los Libros del PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora