Capitulo 14 ∋

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Estábamos aún en el transporte de la escuela, estaba sorprendido, no podía creer que estaba precisamente en un lugar donde hace no mucho pidieron la ayuda de M. Bajamos del camión y me acerqué a Damara.

—Dami tengo que hablar contigo —dije en voz baja mientras la alejaba un poco del camión. Nagisa nos estaba mirando.

—Si, dime ¿Qué pasa Alex? —me miró algo seria.

—¿Viste las noticias en la mañana? —cuestioné mirándola. Aún seguía muy sorprendido.

—No, no me dio tiempo ¿Por qué? ¿todo bien en la ciudad? —se preocupó un poco.

—Si, todo bien allá, me refiero a que en la mañana vi las noticias una señora llamada Candice o algo así, no recuerdo bien su nombre. El chiste es que pidió nuestra ayuda, bueno la ayuda de M, CatBitch y Spitric al parecer su hijo se perdió hace una semana creo y está desesperada por encontrarlo —

—Luego la ayudamos —movió los ojos de lado a lado como buscando algo —ahorita debemos concentrarnos en esta madre por la que venimos aquí —

—Creo que es nuestro deber ayudarle. Yo nunca he creído en eso de que el destino y esas chingaderas pero ahora ese mismo destino me dijo que le tenía que ayudar a esa señora. Estamos en la ciudad donde requieren nuestra ayuda —

—¡¿Aquí?! —lo miró sorprendida

—Si, es aquí no sé que decir —en realidad me había quedado sin palabras.

—¿Cómo le avisaras a Spitric? —preguntó.

—Me comunico con ella con la mente —Respondí de inmediato.

—Está bien vamos con los demás para que no sospechen. Desde ese rato Nagisa me está mirando con ojos de pistola —se comenzó a reír.

—¿Qué? —volteé a verla y si, estaba mirándonos. Cuando vio que  volteé a verla ella solo giró la cabeza para ver a Isa que estaba alado suyo  —si vamos mejor —reí un poco.

Llegaron y se incluyeron en el grupo con el que siempre estábamos: André, David, Javier, Zuleimi, Clara, Nagisa y Susi. Llegué y miré a Nagisa.

—Hola chinita bonita —nuestra relación había avanzado muchísimo más en muy poco tiempo. 

No éramos novios aun pero éramos muy unidos y hasta le puse apodos como chinita japonesa de Corea del norte. Ella también me había puesto apodos como chico taco, chilango.

—Hola Alex —contestó un poco seca hacía mi.

—¿Todo bien Nagisa? —pregunté mirándola a los ojos.

—Si —suspiró un poco y se relajó —todo bien mi chico taco —sonrió un poco. —Muy bien, gracias por prestarme tu hombro para dormirme un rato. Eres una adoración Chilanguito —me sonrió tan lindo como siempre. 

Esa sonrisa que cuando lo tiene de par a par sus ojos se cierran casi por completo, brillan tal cual una estrella haciendo que me concentre en ellos hasta perderme en ese cielo lleno de estrellas que tiene en sus ojos.

—Me alegro mucho Nagisa, de vuelta te lo presto de nuevo, para que te duermas —Sonreí ligeramente y nos miramos fijamente un rato solo con la sonrisa que nos adornaba.

—A ver a ver Tortolitos, tenemos que irnos ya. La maestra nos está esperando —dijo Isa interrumpiéndonos en  nuestro momento mágico de mirarnos solo a los ojos.

Nos dirigimos hacía un orfanato llamado Nueva Vida.  Sabía que ese orfanato era de la señora aquella que le pidió ayuda a los superhéroes. Todo se me hizo muy raro y confuso.

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