Capítulo 24∋ⓓ: BetNoGen

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(El vestido de Damara está arriba)

No podía creer lo que las noticias me decían.

—¡¿Qué?! —me sorprendí —pero si apenas hace unos minutos estaba con ella —me confundí. 

Corrí al cuarto de Damara, la vi corriendo hacía mi.

—¿Qué pasó? —preguntó preocupada —hace un momento estábamos peleando con el tipo ese de barba y ahora... Esto —

—No sé que fue lo que pasó... ¿ya viste las noticias? —pregunté con intriga y preocupado.

—No... —contestó Damara.

—Marco... —hice una pausa —se va a casar con Nagisa —

—¿Nagisa? —se me quedó viendo —¿qué Nagisa? —preguntó.

—Nagisa, la chica de nuestro salón... Mi amor, el amor de mi vida... —noté en su mirada que no estaba entendiendo nada.

—Si, recuerdo a Nagisa, pero ¿por qué dices que es el amor de tu vida? —se confundió, noté molestia en su mirada.

—Por qué ella lo es... —dije y vi algo de decepción en su mirada.

—Dime algo amor —dijo Damara y me puse rojo —¿ya no quieres estar conmigo? —se puso triste.

—¿Por qué me llamas así? —pregunté muy nervioso.

—Tú y yo somos novios ¿lo recuerdas? —

—A ver, a ver, a ver... No entiendo... No sé que pasó —

—Mira —soltó un suspiro —sé que es difícil para ti lo de la muerte de tu madre y el hecho de que yo aún recuerdo a... —interrumpí.

—A ver ¿desde hace cuanto somos novios? —le pregunté.

—Hace 1 año y 7 meses... —contestó.

—¿Segura? —la miré.

—Si... Supongo —se me quedó viendo extraño —es como si algunos recuerdos me los hubieran puesto en la memoria hace 1 semana... —dijo extrañada.

—¡Exacto!. Tú y yo no somos nada en realidad. Creo que alguien se hizo cargo de cambiar la realidad. —

—Creo que tienes razón, no estoy demasiado tonta para creerme algo así. Pero ¿Quién lo hizo? —preguntó confundida.

—No lo sé... Tenemos que ir a ver a Isa —

—Si, sin duda alguna tenemos que ir —

—Me voy a cambiar de ropa, tú igual hazlo y nos vamos —

—Ok —corrió a su cuarto.

Yo corrí al mío, me bañé y vestí lo mas rápido que pude. Bajé a la cocina para sentarme a pensar un poco.

—Alex —escuché la voz de Delia —Alex, espera —

—¿Qué quieres Delia? —pregunté molesto, suponía lo que quería.

—Uyyy, de saber que ibas a amanecer de malas ni te hubiese molestado. —

—¿Qué pasó? —pregunté algo cortante.

—Yo solo te iba a invitar a tomar hoy. Mi esposo descansará hoy y pues como cada fin de semana, tomaremos —dijo y la miré confundido.

—¿Cada semana? —pregunté.

—Si, cada semana... —me miró extraño —¿qué te pasa? —

—Nada... Nada. —

—Ya sé, estás nervioso por la boda de ustedes —me dijo y sonrió.

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