Short Stories

Día de lluvia sorpresa.

Iba caminando hacia el colegio cuando de repente se vino una lluvia con un fuerte viento, saqué el paraguas y lo abrí, luego se me cayó por lo cual tuve que agacharme para juntarlo. Justo en el momento que hice eso una lata de techo pasó y casi me da por la cabeza. Eso no sucedió porque de la nada salió un chico, supongo del cielo por sus alas negras, y cayó junto a mí. Era mucho más alto que yo, él está serio y mojado con su chaqueta negra y capucha. Me mira y observo sus ojos negros. Parece un chico malo. Toma mi paraguas y me tapa.

—No me agradas y no te agrado, así que no me hables. Solo estaré a tú lado protegiendote —dice él indiferente y supongo un poco enojado mientras mira el frente.
Comenzamos a caminar para cruzar la calle.

—¿Osea que estarás conmigo todo el tiempo pero no puedo hablarte porque te desagrado?

-Lo has comprendido, bien —dice él con sarcasmo e ironía.

En el colegio.

Ella está en clase de Biología y al parecer no entiende nada, por lo cual solo piensa y piensa en tratar de resolver de alguna forma lo que hace.
Él la mira a ella sin que se de cuenta fastidiado, pues está harto de sus pensamientos. Él los escucha. Se dirige hacia ella y se sienta a su lado y comienza a explicarle, ella un poco confundida piensa en la respuesta de la pregunta de la materia.

—No, así no es —responde él al pensamiento leído.

—¿Podrías dejar de leer mi mente? Quiero sentirme como una persona normal sin tener que controlar mis pensamientos porque éstos son hurtados.