Broken loves

6 0 0
                                    

En una noche tranquila y fresca, una pareja se encuentra en frente de la carretera. Ella en un lado y él en otro.
Ella lo mira feliz, él la observa y sonríe con amabilidad.
Ella cruza la carretera trotando, ella solo lo mira a él. Y él, él ve que de repente una luz blanca que se acerca hacia ella.
Él ve, lo trágica que puede ser la vida.

La mira a ella, en el pavimento de la carretera, inmóvil. Hay sangre saliendo de su cuerpo. Él solo se desespera y sale corriedo hacia ella. Lágrimas y gritos salen de él.
El chofer del carro se ha bajado. Se encuentra asustado. Y tembloroso se arrodilla pidiendo perdón.
El chico solo grita pidiendo auxilio, el solo pide ayuda.
Ayuda a las personas, y a algo más allá que la mantenga con vida en esta tierra. Pero el chofer se encuentra muy asustado, y los segundos son valiosos, pero muy rápidos.
Tic, tac, en cámara lenta el dolor está, pero la vida, como un flash, se va.

Parece navidad, la vida es Santa, los regalos el destino. Y el envoltorio del regalo, un papel de dolor con el cual te cortas.

La nieve comienza a caer, es agradable verla. Los tiempos fríos se acercan.

En otro lugar de la ciudad, hay una chica esperando a alguien en la estación del tren. La espera es algo ansiosa. Ella siente en su interior vida, o como suelen llamarle la mayoría. Mariposas en el estómago.

Coloca las palmas de sus manos en los brazos y los mueve de arriba hacia abajo para crear calor.
Observa que el tren llega, sus ansias incrementan. Se siente feliz, se siente nerviosa. Eso le ayuda a mantener su calor en estos tiempos.

Nada como ser cálido para no congelarte.

El tren se detiene en frente de ella. Es hora de acabar con la espera.
Comienza a observar a las personas que salen, hasta que su mirada enfoca a aquel chico alto de cabello oscuro y chaqueta larga color marrón.
Es él. Definitivamente piensa que es él.

Él la mira, pero su mirada no demuestra nada. No sabe si el frío del invierno le llegó hasta el cerebro. Y por algún motivo no funciona bien. Ya que cree ver cosas que no son.
Él se acerca hasta ella, pero no suelta ninguna palabra.

"¿Aún tendrá legua?" Se pregunta.

-Hola, Taeyang -saluda ella con voz dulce y nerviosa.

Él coloca si mirada en ella nuevamente, ¿son los copos de nieve que pesan, o es su mirada que parece hielo?

-Hola, Young Mi -dice sin más.

-Vaya, que frío está comenzando a hacer. Vámonos antes de que nos congelemos -dice ésta con una sonrisa.

Ambos comienzan a caminar así alejándose poco a poco de la estación.
Ella eleva su mano para poder agarrar la de él. Pero antes de tan siquiera tocarlo él inteoduce sus manos dentro de las bolsas de su chaqueta.
Ella lo mira, un poco apenada lo deja pasar.

El tiempo trasncurre, pero a veces suele tener el efecto de sentirse lento.

Ella lo espera fuera de la facultad.
Le parece curioso como desde que se fue a Nueva York lo pasa esperando.
Incluso ya estando allí. Cerca de ella.

Al fin él sale. Pero parece que no la ve.
Sus pasos son grandes, por lo que ella tiene que alcanzarlo rápidamente.

-¡Espera! ¡Espera Taeyang! -le dice hasta que él se detiene. Se da media vuelta y la mira.
-Sabes que no puedo alcanzarte fácilmente -espeta levemente agitada haciendo berrinche como una niña.

Él sonríe. Ella aliviada también.

Son las 7: 30 p.m, las luces de los postes crean un bonito efecto con los copos de nieve.
Hace frío, pero es hermoso.

Short Stories Donde viven las historias. Descúbrelo ahora